Nicolás Maduro volvió a recibir un fuerte revés en los organismos internacionales. Este martes en Ginebra la Misión Internacional independiente de las Naciones Unidas publicó un demoledor informe donde identificó la cadena de mando de los presuntos responsables por crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela.
Entre los señalados están Maduro, su vice Delcy Rodríguez, Diosdado Cabello –segundo del Partido Socialista venezolano- y los directores de la temible Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN). Todos, según la ONU, participaron de una “maquinaria” para “reprimir la disidencia”.
“Existe una maquinaria en funcionamiento para realizar actos de espionaje, detectar opositores, detenerlos arbitrariamente y practicar actos de tortura de la mayor gravedad imaginable”, comentó a TN en diálogo exclusivo Patricia Tappatá Valdez, parte del equipo de la Misión que realizó el informe tras meses de investigación, entrevistas y recopilación de datos.
Detalles desgarradores del informe
Los detalles son desgarradores y generan fuerte sensibilidad. Los testimonios son incluso peores, según relatan los miembros de la misión. Hubo 246 entrevistas confidenciales a las víctimas, sus familiares y exfuncionarios de los servicios de seguridad e inteligencia.
Las denuncias de crímenes de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos se basan en cuatro ejes: violencia física; violencia sexual y de género; condiciones de detención; y violencia psicológica y otros. El informe de la ONU especifica las atrocidades en cada uno de estos puntos:
- Violencia física: fuertes golpes con bates y objetos punzantes; descargas eléctricas en partes sensibles del cuerpo; asfixia con sustancias tóxicas y agua; cortes y mutilaciones, incluso en la planta del pie y debajo de las uñas; espoas excesivamente apretadas.
- Violencia sexual y de género: violación con objetos; amenazas de violación; desnudez forzada, incluso durante actos de tortura; golpes dirigido a los genitales; descargas eléctricas en los genitales.
- Condiciones de detención: privación de alimentos y agua; comer del suelo; iluminación constante u oscuridad constante; calor y frío extremos; falta de acceso a los aseos; denegación de tratamiento médico; comida de vómito.
- Violencia psicológica y otros: amenaza de muerte y de violación hacia la víctima y sus familiares; simulación o tortura real de otras personas detenidas.
La cadena de mando
“Las pruebas recabadas durante las investigaciones permitieron sostener, con motivos razonables para creer, que Nicolás Maduro tenía conocimiento de las violaciones y delitos y que en ocasiones daba órdenes al Director General y a los Directores de otras unidades del SEBIN”, concluyó la Misión Internacional en el informe presentado en Ginebra, donde está la sede del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En ese sentido, y apuntando directamente sobre el líder chavista, en diálogo con TN Patricia Tappatá profundizó que “el presidente tiene control funcional y organizativo de la DGCIM como comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”, al tiempo que “se repite el mismo método en el caso del SEBIN”.
Es así que los expertos a cargo de realizar estos informes profundizaron los detalles sobre estas dos de las seis estructuras que ya habían señalado en su primer informe en el 2020. “Los servicios de inteligencia han sido parte de la maquinaria puesta en marcha para reprimir la disidencia”, esgrime terminante la argentina Tappatá, miembro del equipo investigador.
“Numerosas fuentes afirman que Diosdao Cabello tiene un importante poder en el SEBIN e imparte órdenes de manera directa”, explicó para este artículo. Tanto Cabello como las principales autoridades chavistas están y estaban al tanto, tal como esgrime la ONU, de al menos parte de las torturas, violencia sexual y otros tratos crueles e inhumanos que se detallaron anteriormente.
Una investigación imposible en el terreno
Realizar este informe no es para nada sencillo para las Naciones Unidas. Lo mismo había sucedido con la contundente primera versión, donde ya apuntaban contra Maduro por estar detrás de los casos de persecución política a disidentes en Venezuela.
La Misión no fue autorizada para ingresar al país bolivariano, por lo que, tal como hicieron público, todas las entrevistas fueron por video y a distancia a través de canales seguros de comunicación, o bien, por exiliados del gobierno venezolano que tienen la posibilidad de hablar en el exterior. Todos bajo anonimato.
Tappatá también detalló que no han recibido respuesta a las por lo menos 23 cartas enviadas a la administración de Maduro, de las cuales 10 se remitieron en el último año. Esos escritos solicitaban información y cooperación. Nada de eso existió. Como tampoco estuvo presente ningún sistema doméstico de Justicia para responder a las violaciones a los derechos humanos denunciadas en el informe.
Si bien la investigadora aclaró a TN que la información sobre “amenazas es un tanto sensible y mayoritariamente confidencial”, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos documentó “una nutrida cantidad de casos de represalias en su informe de 2021″.
Las dramáticas y dolorosas escenas quedaron, una vez más, a la vista. Tal como piden los miembros de la ONU, “si la comunidad internacional toma en serio que no pueden permitirse los graves atentados compatibles con crímenes de lesa humanidad, deberá exigir a las autoridades venezolanas que de pasos claros a favor de la investigación”.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.