Al menos 13 manifestantes murieron este jueves en el sur de Irak, un día después del incendio del consulado de Irán en la ciudad santa chiita de Nayaf, que supone una escalada de las protestas sin precedentes contra el poder establecido.
Centenares de manifestantes que gritaban “Fuera Irán” y “Victoria a Irak” en el recinto del consulado en llamas en la simbólica ciudad santa que recibe cada año a millones de peregrinos, llegados sobre todo de Irán, lanzaron una nueva etapa en el primer movimiento social espontáneo en Irak en décadas.
Al menos 13 manifestantes perdieron la vida por disparos de bala y otro centenar resultaron heridos en el desalojo de dos puentes de la ciudad, que es un símbolo histórico de las luchas sociales en el país, informaron fuentes médicas y de seguridad.
El Ministerio de Exteriores iraní pidió al Gobierno iraquí que “se encargue de los atacantes de manera responsable, firme y efectiva”.
Esta no es la primera vez que los iraquíes asaltan y prenden fuego a un consulado iraní en las ciudades chiitas del sur del país, donde la mayoría de la población pertenece a esta rama del islam, la principal en Irak. Desde el estallido de las protestas en Irak el 1 de octubre, los manifestantes han expresado su oposición a la presencia de Irán en este país árabe y a su influencia sobre Bagdad, liderado por chiitas como el de Teherán.
Las autoridades de Nassiriya decretaron toque de queda en la provincia como antes lo habían hecho las de Nayaf, donde reinaba la calma tras la noche de enfrentamientos. Las fuerzas de seguridad se desplegaban por los alrededores de la ciudad y registraban a las personas y vehículos que accedían al centro, constató un corresponsal de la AFP.
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Nuevos comandantes militares
Esta operación de las fuerzas del orden se produce tras el nombramiento de un nuevo comandante militar en la provincia. Las autoridades nacionales están recurriendo a militares para que les ayuden a hacer frente a un movimiento que desde el 1 de octubre ha dejado más de 360 muertos y 15.000 heridos, según un balance compilado por la AFP, ya que no hay datos oficiales.
Bagdad acusa a personas «ajenas a las manifestaciones legítimas» de querer «socavar las relaciones históricas entre los dos países» con el incendio del consulado iraní de Nayaf.
En dos meses de protestas, los iraquíes no esconden en las calles su ira contra su gran vecino. Los manifestantes consideran que el sistema político instaurado por los estadounidenses que derrocaron el régimen de Sadam Husein en la invasión de 2003, está agotado.
Sobre todo, por la influencia creciente de Irán y de su poderoso emisario para asuntos iraquíes, el general Qassem Soleimani, encargado de las operaciones exteriores del ejército ideológico de la República Islámica.
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