Las escuelas, guarderías y el comercio no esencial de Hungría cerraron este lunes sus puertas, al entrar en vigor nuevas restricciones para frenar lo que ya se considera la tercera ola de la pandemia de la covid.
Al menos por un mes, las clases de primaria tendrán lugar únicamente a distancia, de forma telemática, tal y como ya se vienen impartiendo desde noviembre pasado en la educación secundaria y universitaria.
En cuanto al comercio, solo se permite la apertura de negocios de bienes básicos, como supermercados, farmacias o gasolineras, entre otros.
El uso de mascarillas es obligatorio en todo el país y se mantiene en vigor el toque de queda nocturno, entre las 20.00 y las 05.00 horas.
En los últimos siete días, Hungría, de 9,7 millones de habitantes, ha contabilizado una media de 5.113 nuevos contagios por coronavirus y 133 muertes de covid al día.
De los 7.924 pacientes de esa enfermedad hospitalizados actualmente, 806 están conectados a respiradores en las unidades de cuidados intensivos.
Mientras, 1.002.714 húngaros han recibido al menos la primera dosis de alguna de las cinco vacunas autorizadas en el país (Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneka, la rusa Sputnik V y la china Sinopharm), aseguró en rueda de prensa telemática la jefa del servicio sanitario húngaro, Cecília Müller.
Hungría fue el primer país comunitario que empezó a inocular los citados fármacos de China y Rusia a pesar de no contar con la autorización de la Unión Europea (UE).
Planean seguir su ejemplo Eslovaquia, que ya ha comprado y recibido una entrega de Sputnik V, y la República Checa. EFE
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