La secuestraron el 9 de julio de 2018, en la ciudad de Diriamba, ubicada a 40 kilómetros de Managua. Esa mañana una turba de civiles armados entró con violencia a la vivienda de Kysha Lopéz, de 29 años, que estaba en compañía de su pareja Eddy Gertrudis González.
Golpearon a González hasta casi matarlo, saquearon la casa, desnudaron a Kysha, la manosearon y así se la llevaron a una estación policial del departamento de Carazo. Luego de interrogarla fue llevada a la Dirección de Auxilio Judicial en Managua, más conocida como El Chipote, un centro de detención que ha sido señalado por organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacional, como «una cárcel de torturas».
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Kysha López es una mujer transgénero. Se dedicaba a la venta de productos de belleza, electrodomésticos y era prestamista. Su nombre legal es Richard Sebastián López, pero a los 18 años decidió asumir la identidad de Kysha.
Fue acusada de financiar el levantamiento de bloqueos en carretera, conocidos como «tranques» durante las protestas en contra del presidente Daniel Ortega en 2018. Además se le acusó de la quema de una estación policial y del saqueo de la alcaldía de Diriamba.
Kysha fue una de las tres mujeres transgénero que sufrió discriminación, violencia física y sexual en el Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, conocido como La Modelo. Ubicado en el municipio de Tipitapa a 22 kilómetros de la capital.
La activista feminista María Teresa Blandón, denunció la «doble violación de los derechos humanos de estas mujeres«, ya que en el Estado de Nicaragua no existe una ley de identidad de género que reconozca o proteja a las mujeres trans.
La segunda de las mujeres transgénero que sufrió en las cárceles del régimen orteguista, fue Victoria Obando Valverde, una joven universitaria que cumplió 28 años encarcelada.
Cuando estallaron las protestas de abril, Victoria Obando fue parte de los universitarios que se tomaron la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAM), como medida de presión para que Daniel Ortega dejara el poder.
La joven de larga cabellera negra dejó el maquillaje, los tacones y los vestidos para ponerse pantalón y levantar barricadas para protegerse de los ataques que sufrían por parte de la Policía y de grupos parapoliciales.
En agosto de 2018 Victoria Obando fue capturada por agentes policiales en la ciudad de León, a 95 kilómetros de Managua, junto a otros líderes estudiantiles luego de participar de una manifestación contra Ortega.
«A las muchachas las maltrataban más, ellas son diferentes y el solo hecho de ir al mismo baño que los hombres es algo que a ellas las incomoda, pero me dicen que los presos en su mayoría las han respetado», recuerda Yolanda Valverde, madre de Obando.
Victoria al igual que la mayoría de presos políticos de la dictadura orteguista, fue acusada de terrorismo, asesinato y crímenes contra el Estado de Nicaragua.
El mismo 9 de julio y en la misma ciudad de Diriamba, mientras Kysha López era llevada desnuda a las celdas policiales, al otro extremo de la ciudad era golpeada Carolina Gutiérrez, la tercera de las mujeres trans secuestrada durante las protestas.
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Su nombre legal es Augusto Antonio Gutiérrez Mercado. Tal fue la golpiza que recibió por parte de los paramilitares que perdió tres dientes.
En La Modelo la conocían como «Sexi Carolina» y nada más llegar a la cárcel fue recibida por los agentes penitenciarios con una brutal golpiza.
«Nos ponían a hacer sentadillas y nos acostaban en el piso, y solo por levantar la cabeza un poco, me dejaron ir una patada y ahí perdí mi tercer diente», contó excarcelada al diario La Prensa.
En la cárcel La Modelo se encontraron Kysha, Victoria y Carolina. Al ser las únicas mujeres trans en todo el penitenciario decidieron apoyarse entre ellas para resistir la discriminación dentro de la cárcel.
Juanita Urbina, activista transgénero, asegura que en las cárceles del régimen orteguista, organizaciones defensoras de la comunidad LGBT lograron contabilizar más de nueve activistas de la diversidad sexual encarcelados.
«Sabemos que fueron más, pero muchos de ellos ocultaron su condición sexual para evitar tratos peores«, señala la defensora de derechos humanos.
En noviembre de 2018, Victoria Obando logró filtrar desde la cárcel una carta donde relataba los abusos que sufrían en La Modelo.
«Kysha, Carolina y Victoria, presas políticas transgénero, salen al patio dos veces por semana, solo por 25 minutos, cuando regresan a las celdas, las esperan los oficiales que las obligan a desnudarse en frente de sus compañeros de celda», escribió Victoria.
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Por su parte Kysha relató en las visitas que recibía de sus familiares que muchas veces recibieron amenazas de violación, y que a ella la desnudaban constantemente para manosearla o exhibirla frente a otros reclusos y oficiales del penitenciario.
Kysha relata que a los pocos días de ser detenida casi fue violada por un oficial, pero que este se arrepintió y no cometió la violación. «Un oficial tenía orden de meterme un amansa bolos (tonfa) en el ano. Gracias a Dios ese hombre se apiadó. Él me dijo: Fingí que te violé por favor», relató la ahora excarcelada política.
Kysha López fue condenada a 41 años de prisión por los crímenes de terrorismo y financiamiento al terrorismo, de los cuales estuvo detenida diez meses en la galería 16-1 en el Sistema Penitenciario La Modelo. Fue excarcela el 20 de mayo de 2019. Actualmente intenta salir de las deudas que tiene luego de que perdiera todo cuando fue secuestrada.
Ese mismo día fue excarcelada Carolina. Actualmente recibe asistencia médica y psicológica e intenta recuperar la vista de uno de sus ojos, ya que producto de las golpizas que recibió se le desprendió la retina y ha perdido casi toda la visibilidad.
A pesar de que Carolina sostiene «que seguirá en pie de lucha contra la dictadura de Daniel Ortega», ha mantenido un bajo perfil para cuidar su vida.
Victoria Obando Valverde fue la última presa trans en ser liberada el 10 de junio de 2019. A diferencia de otros presos políticos Obando fue excarcelada bajo una ley de amnistía creada por el régimen de Daniel Ortega el 8 de junio de 2019 junto a otros líderes sociales y campesinos que se opusieron al régimen orteguista durante los meses más fuertes de represión.
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Desde que salió de prisión, Victoria ha seguido realizando activismo contra la dictadura de Daniel Ortega y actualmente se encuentra en Ginebra, Suiza donde participa de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para denunciar las violaciones que sufrió junto a otros presos políticos en las cárceles del régimen.
Con información de Infobae
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