Funcionarios militares de la Guardia Nacional de los Estados Unidos amanecieron durmiendo en los pasillos del Capitolio, en Washington, tras el asalto violento el pasado 6 de enero.
Las imágenes fueron compartidas por la periodista de la cadena televisiva CNN, Daniella Díaz, a través de su cuenta oficial en la red social Twitter. “Vi a la Guardia Nacional durmiendo en los pasillos del Capitolio cuando entré esta mañana“, escribió.
I spotted the National Guard sleeping in the hallways of the Capitol as I walked in this morning. pic.twitter.com/PzVpQCo5yU
— Daniella Diaz (@DaniellaMicaela) January 13, 2021
Desde que el Capitolio de Estados Unidos fuera asaltado con violencia por manifestantes pro-Trump el miércoles pasado, el Departamento de Justicia ha abierto 160 casos contra individuos que potencialmente cometieron delitos, dijo este martes el fiscal federal interino de Washington, D.C., Michael Sherwin.
El número de individuos acusados de cargos que van desde delitos menores hasta felonías con posibles penas de cárcel «se elevará a cientos en las próximas semanas», dijo Sherwin en una conferencia de prensa para actualizar al país sobre las investigaciones del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) sobre la irrupción en el Congreso, que dejó daños materiales importantes a la propiedad federal y cinco muertos.
«Este es solo el comienzo», advirtió. «Estamos analizando todo, desde el simple allanamiento hasta el robo de correo, el robo de dispositivos digitales dentro del Capitolio, los ataques a oficiales locales, oficiales federales tanto dentro como fuera del Capitolio, al robo de información potencial de seguridad nacional (…)».
Steven D’Antuono, el subdirector a cargo de la oficina del FBI en D.C., dijo que la agencia ha recibido más de 100,000 pistas digitales (imágenes, videos, etc.) y cientos de miles de llamadas telefónicas de personas que buscan colaborar para identificar a los asaltantes.
Entre otras, el FBI está usando técnicas digitales de reconocimiento facial para identificar a los agresores.
La agencia mantiene la recompensa de 50,000 dólares para encontrar al responsable o responsables de plantar bombas caseras en las oficinas del Comité Nacional Demócrata y el Comité Nacional Republicano, dijo D’Antuono.
No todos los que participaron residen en la capital, pero el funcionario advirtió que el hecho de haber regresado a sus estados de residencia no evitará que sean llevados ante la justicia. Aquellos que cometieron delitos pueden esperar que «nuestros oficiales les tocarán a la puerta», dijo.
Un informe indica que el FBI fue advertido del ataque
Ambos funcionarios enfrentaron preguntas de la prensa sobre un informe interno del FBI obtenido por The Washington Post y publicado este martes, que revela que una oficina de la agencia en Virginia había advertido que grupos extremistas estaban listos para viajar a la capital con el fin de iniciar una “guerra”.
“Estén preparados para luchar. El Congreso necesita escuchar los vidrios rompiéndose, las puertas siendo derribadas a patadas y la sangre de sus soldados esclavos de BLM (Black Lives Matter) y Pantifa siendo derramada. Pónganse violentos. Dejen de llamar a esto una marcha, una manifestación o una protesta. Vayan allí listoa para la guerra”, dice el documento, el cual cita una discusión en línea.
El informe indica que el FBI conocía de algunos planes de los extremistas que planeaban ir a la marcha. Sin embargo, el informe refleja que la agencia no tenía intenciones de actuar bajo el pretexto de que podía estar obstaculizando la libertad de expresión de los manifestantes.
El documento recomendó que la agencia no interviniera a menos que la marcha derivara en eventos violentos.
Las pistas que recibieron el día antes de la marcha, se defendió D’Antuono en la conferencia de prensa, fueron mensajes en línea. El funcionario, quien había dicho anteriormente a reporteros que “no existían indicios” de que habría violencia, dijo que el FBI atiende denuncias «específicas y hechos», y que la agencia recibe muchas reportes de este tipo en redes sociales, pero que determinar la credibilidad de amenazas es complejo.
D’Antuono dijo que las advertencias que les llegaron al FBI sí fueron compartidas con las autoridades de la capital «a los 40 minutos» de conocerlas.
Agentes federales listos para responder, pero nunca fueron desplegados
La Policía del Capitolio ha estado bajo escrutino en los últimos días, mientras funcionarios federales y el público general se ha cuestionado cómo fue posible que la turba de seguidores de Trump se colara en un edificio federal altamente protegido.
Tres oficiales federales la cadena hermana de Noticias Telemundo, NBC News, dijeron que mientras que la policía se veía rebasada por los atacantes, aproximadamente 50 agentes del Departamento de Seguridad Nacional esperaban adentro de un edificio federal a ser desplegados para responder al asalto. Cuando al fin fueron llamados a ayudar, ya era demasiado tarde, dijeron.
Los agentes esperaban a 13 cuadras de los hechos, dentro del edificio Ronald Reagan. El despliegue estaba a cargo del servicio de protección de edificios federales, perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional.
Aunque los manifestantes irrumpieron en el Capitolio y causaron múltiples destrozos, algunos agentes fueron enviados como refuerzos una vez que ya había anochecido y que la violencia había bajado.
“Ellos solo se quedaron ahí todo el tiempo, esperando”, dijo a NBC News un exoficial familiarizado con los hechos.
Con información de TELEMUNDO
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