El gobierno de Francia anunció este jueves que “no firmará en sus términos actuales” el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, según indicó este jueves a la agencia AFP el ministro de Comercio Exterior galo, Franck Riester.
El país galo “espera garantías tangibles y objetivas” de los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) “sobre las normas medioambientales y sanitarias”, señaló el ministro tras una reunión del comité de seguimiento de política comercial.
“No nos conformaremos con una declaración política sobre los compromisos medioambientales de los cuatro países implicados, eso tomará mucho tiempo”, añadió Riester.
“Nuestras exigencias son claras, hay que trabajar en el fondo para que sean lo más objetivas posible para avanzar en el acuerdo”, dijo el ministro, que lamentó que los últimos compromisos asumidos por Brasil en diciembre para reducir los gases de efecto invernadero fueran “aún menos ambiciosos que los anteriores”. “Si Brasil cambia su posición en la COP26 (prevista para noviembre en Glasgow), esto sería un paso en la dirección correcta, pero además de eso, tendría que haber elementos tangibles”.
Citó la necesidad de “un instrumento técnico y legal europeo para verificar que cada importación no tiene un impacto negativo en la deforestación”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya se había pronunciado en contra de ese acuerdo en 2019, en plena crisis diplomática con su par brasileño Jair Bolsonaro a raíz de los incendios en la Amazonía. La política medioambiental del gobierno brasileño ha sido internacionalmente criticada y es uno de los principales motivos por los que se está retrasando la aprobación final del acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur.
Riester ya había adelantado el miércoles la postura de Francia respecto a los términos actuales del acuerdo de libre comercio. “Francia no transigirá con las exigencias que habíamos planteado el 18 de septiembre”, subrayó en un mensaje en su cuenta de Twitter, al término de una conversación con Augusto Santos Silva, ministro de Exteriores de Portugal, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de la UE.
Se trata de la “lucha contra la deforestación”, de la “aplicación de los Acuerdos de París” sobre el cambio climático y del “respeto de las normas europeas sobre los productos agroalimentarios”.
El pasado 18 de septiembre se presentó un informe independiente sobre el proyecto de compromiso UE-Mercosur y el primer ministro francés, Jean Castex, dijo entonces que había que realizar un trabajo de reflexión, primero con los otros socios europeos y luego con los países de Mercosur.
“Ese proceso durará tiempo”, señalaron este miércoles fuentes del departamento de Comercio Exterior, que añadieron que no habrá avances mientras no se alcance “el nivel de ambición” fijado por Castex “de forma creíble, duradera y verificable”. El objetivo es que la política comercial sea coherente con los “compromisos medioambientales y climáticos” que ha asumido Francia.
En un documento presentado por el Gobierno francés al Comité de Seguimiento de la Política Comercial (CSPC), del que forman parte parlamentarios, federaciones profesionales, sindicatos y ONG y filtrado por los medios franceses, se detallan algunas de sus exigencias.
Figuran, por ejemplo la entrada en vigor de una iniciativa legislativa que anunció la Comisión Europea sobre la “deforestación importada”; el restablecimiento de la moratoria de los cultivos de azúcar en la Amazonía; otra sobre la soja; la retirada de algunas reformas consideradas “nefastas” para los bosques; o la puesta en marcha de más esfuerzos contra la deforestación.
También la entrada en vigor en Mercosur, con ayuda de la UE, de un sistema que permita hacer un trazado del origen de los productos vegetales y animales o la aplicación a los productos importados de esa región de los mismos estándares de producción vigentes en Europa en materia sanitaria y medioambiental.
El informe encargado por el gobierno francés también concluyó que el acuerdo impulsaría un aumento de la producción de carne vacuna en Sudamérica y daría lugar a un incremento del 25% de la deforestación. Brasil, por su parte, dijo que el reporte era una prueba de los “intereses proteccionistas” de Francia.
Además del gobierno de Macron, Alemania, Bélgica, Irlanda y Austria mostraron recientemente sus reticencias a seguir adelante con el acuerdo, citando a la deforestación como el factor principal.
El acuerdo, que abarcaría un mercado de más de 750 millones de personas, fue anunciado formalmente en junio de 2019 tras 20 años de negociaciones. Pero su ratificación quedó en punto muerto por la ausencia de mecanismos vinculantes de garantías medioambientales.
Para que el acuerdo entre en vigor, todos los parlamentos nacionales del bloque supranacional deben ratificarlo.
Este miércoles el presidente argentino, Alberto Fernández, mantuvo una videoconferencia con el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en la que dialogaron sobre el acuerdo del Mercosur y la Unión Europea.
La charla se realizó dos días después de que altos representantes de Argentina y Portugal se comprometieron a liderar el intercambio de posiciones de ambos bloques con voluntad para lograr los consensos necesarios para alcanzar los acuerdos pendientes que permitan la ratificación parlamentaria y la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur.
Con información de AFP y EFE
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