El excanciller de Perú Javier González-Olaechea aseguró que «Estados Unidos es el país que tiene más instrumentos para cercar a la cúpula» del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, e incluso reveló haber entregado al país norteamericano «una lista de 57 jefes corruptos» con el objetivo de que se les congelen sus bienes en el exterior.
EFE
«Lo digo por primera vez: yo les he proporcionado la lista de los 57 principales jefes corruptos de Venezuela», afirmó González-Olaechea en una entrevista con EFE en Quito, tras ser condecorado el martes por el Gobierno de Ecuador por estrechar las relaciones entre ambos países.
«Tienen cuentas corrientes en el exterior, algunas en los Estados Unidos, otras en algunos países europeos. Las deberían intervenir. Los deberían secar», aseguró el excanciller, en cuyo periodo como ministro de Relaciones Exteriores de Perú abogó en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) por el reconocimiento del candidato antichavista Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.
El excanciller peruano hizo estas declaraciones minutos antes de que el Gobierno de Estados Unidos reconociera como presidente electo a González Urrutia, tras unas elecciones celebradas en julio donde la mayor parte de la comunidad internacional no reconoce los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela que dieron el triunfo a Maduro y pide la difusión de las actas electorales, en las que la oposición afirma haber ganado con holgura.
Insistió en que los bancos que conservan esos fondos «no deberían avalar ni utilizar esos dineros mal habidos, más bien que los instrumentalicen».
González-Olaechea, que dejó el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte en septiembre, también recordó que «hay múltiples llamados a los propios miembros de las Fuerzas Armadas para que se pongan en el lado correcto de historia», porque los militares hacen un juramento en defensa de la Constitución y «el orden venezolano ha sido absolutamente trastocado, falseado e instrumentalizado».
«El primer llamado es a las propias Fuerzas Armadas, a que no participen de la fiesta corrupta. Que piensen en sus hijos y en sus familias, porque cuando tengan que seguir reprimiendo y termine siendo abatida una hija, un hijo o un sobrino (de un miembro) de las Fuerzas Bolivarianas, se enfrentarán con la justicia divina y con su propia familia», dijo.
Proyecto presidencial
Recientemente, González-Olaechea anunció su intención de ser elegido como candidato presidencial del Partido Popular Cristiano (PPC) para las próximas elecciones en Perú.
«Soy un aspirante que quiere un cambio de ciclo radical para sepultar todo lo que nos hace daño y a todas las instituciones que, entre comillas, se dicen defensoras de los derechos humanos y que no hacen más que lucrar de ellos», aseveró el excanciller.
«Haré todo lo posible por encabezar esa propuesta de cambio de ciclo que, en el fondo, es una nueva corriente también más allá de América. En muchos países hay claras señales de hartazgo del Estado total de la impunidad, de atentar contra los derechos de las familias y de prácticamente sepultar las creencias religiosas y valores morales», agregó.
Para González-Olaechea, «se ha instrumentalizado la mentira y la persecución política contra quienes amamos y defendemos la libertad por encima de cualquier otra consideración».
Defensa de libertad no basta
El político peruano opinó que «no se trata solamente de defender la libertad, porque «esa libertad se tiene que traducir en un ejercicio responsable, honrado y transparente del poder para servir a las grandes mayorías en la solución de los problemas que las aquejan como a inseguridad, la falta de comida, la falta de oportunidades y las colas en los hospitales».
Respecto al hecho que casi la totalidad de los presidentes que ha tenido Perú en los últimos 40 años hayan acabado investigados o encarcelados, González-Olaechea respondió que afronta su proyecto político «con una voluntad incorruptible».
«Yo puedo garantizar en el honor de mi familia que nadie me podrá imputar un acto de corrupción», dijo González-Olaechea.
Tampoco teme el hecho que se le pueda vincular al Gobierno de Boluarte, cuya popularidad según diversas encuestas no supera el 5 %, pues argumentó que procuró como canciller «no ser notario de realidad, sino un agente de cambio» y un «representante digno de Perú en el exterior».
Al ser preguntado si como presidente daría el paso de salirse del Pacto de San José conforme había sugerido como canciller, González-Olaechea respondió que decidirá llegado el momento. «A veces pienso que es mejor luchar desde adentro, conociendo un poco el monstruo, y a veces pienso que es mejor luchar desde afuera», comentó.
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