Ahora los militares son unos golpistas que colaboran con la derecha y Estados Unidos para sacarlo del poder. Al principio ni los señalaba. Creía que con equipamiento e ideología había comprado su lealtad.
Por Daniel Gómez / ALnavío
Evo Morales al principio no culpó a las Fuerzas Armadas. Antes de dimitir y abandonar Bolivia, denunció “un golpe cívico, político y policial”. Ni una referencia a los militares. Pero fue cambiando el discurso. Primero se dijo contrariado. Traicionado. No entendió cómo el Ejército, el mismo que su gobierno equipó, el mismo que clamó a su lado contra el imperialismo, le sugirió que dimitiera. Ahora está molesto. Los acusa de matar. De orquestar un supuesto golpe de Estado con apoyo de Washington.
Este lunes en Radio Nacional de España denunció:
– Estoy convencido de que jefes de las Fuerzas Armadas recibieron hasta un millón de dólares por plegarse al golpe de Estado.
– Otros recibieron medio millón.
– El dinero fue pagado por Estados Unidos.
– He demostrado con documentos que la embajada de los EEUU estaba haciendo campaña contra mí.
Siga leyendo en ALnavío
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.