El comunicado del Departamento de Estado recuerda que Hezbolá está dedicada a promover la agenda violenta y maliciosa de Irán que en Latinoamérica está auspiciada por el régimen de Venezuela.
Este fin de semana, el Departamento de Estado de los EE.UU. emitió un comunicado en el que felicita a Guatemala por designar como una organización terrorista a Hezbolá, grupo criminal que funciona bajo la protección y auspicio de Irán y que según reportes, tiene células activas y por activar en Latinoamérica, operando con mayor libertad en Venezuela.
«Este importante paso ayudará a reducir la capacidad de Hezbolá para planear ataques terroristas y recaudar dinero en todo el mundo, incluso en el hemisferio occidental», dice de inicio el comunicado firmado por Mike Pompeo, titular de exteriores de Washington.
Con esta acción, Guatemala se anota en la lista de las naciones que han reconocido a esta organización, «no como un defensor del Líbano, sino como una organización terrorista transnacional dedicada a promover la agenda maliciosa de Irán», reza las líneas que surgen de la Casa Blanca, donde también se detalla que «al igual que Al-Qaeda e ISIS, Hezbolá tiene un alcance global: en los últimos años, las operaciones y los complots se han interrumpido en América, Oriente Medio, Europa, África y Asia».
La semana pasada, el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei dijo durante la presentación de la iniciativa de ley para prevenir el lavado de dinero, que «en el Consejo Técnico de Seguridad acabamos de declarar a Hezbolá como un grupo terrorista».
El presidente aseguró que se necesitaba «no sólo la declaración del grupo terrorista que ya tiene presencia en América Latina, sino que necesitamos el marco regulatorio que nos asegure que no vaya a haber dinero con el cual se estén financiando desde el país para poder perjudicar a otros países», pues «el financiamiento del terrorismo constituye una amenaza a la paz y seguridad nacional e internacional».
En el comunicado emitido por el Departamento de Estado sobre esta decisión de Guatemala, dice que «Estados Unidos sigue pidiendo a sus socios que designen a Hezbolá en su totalidad y reconozcan que no hay distinción entre sus alas llamadas «militares» y «políticas». Instamos a todos los países a que tomen todas las medidas que puedan para evitar que los operativos, reclutadores y financieros de Hezbollah operen en sus territorios».
Estados Unidos detalla esa diferencia pues la mencionada organización islámica musilmana chií libanesa cuenta con un brazo político y otro paramilitar que es conocido como «El Partido de DIos», considerado como el brazo armado terrorista de Irán; pero además cuenta con representación en el parlamento libanés y sus efectivos militares fueron entrenados por la Guardia Revolucionaria Iraní.
La decisión de Giammattei también va dirigida a impactar contra el gobierno ilegítimo de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro y cuyos hombres más influyentes, Tareck El Aissami, tiene vínculos estrechos con esta organización terrorista musulmana.
El secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, dijo en junio que existe evidencia recabada por la DEA y por el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre los estrechos vínculos entre el régimen chavista de Nicolas Maduro y Hezbolá.
Almagro puso como el ejemplo más relevante a Tareck El Aissami, actual ministro de Petróleo, encargado de conducir la operación de venta de miles de pasaportes venezolanos en la embajada de Irán en Damasco, los cuales terminaron en las manos de terroristas de Hezbolá.
Por su parte el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha denunciado que el régimen de Nicolás Maduro le estaría dando refugio a integrantes de Hezbolá en Venezuela.
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