El nacionalismo se expande como mancha de aceite sobre el Parlamento vasco, apenas sin dejar hueco. De los 75 escaños en la Cámara de Vitoria, 53 serán para las formaciones soberanistas, PNV y Bildu, el mayor porcentaje de la historia. Los partidos constitucionalistas quedan reducidos a cotas cada vez más mínimas. Apenas suman 15 asientos mientras Podemos, partidario al derecho a decidir, se hunde. La gran novedad de esta noche, a la espera del escrutinio completo, sería la entrada de Vox en la Cámara vasca con un parlamentario alavés.
Este equilibrio de fuerzas abrumadoramente nacionalistas se da justo cuando los vascos dicen ser menos independentistas (solo el 23 por ciento de los ciudadanos se declara así, según el Sociómetro del Gobierno vasco). ¿Y cómo es posible? Porque el PNV, con su estrategia de moderación, reivindicándose como un partido de pura gestión, sigue siendo atractivo en las urnas a los votantes moderados no nacionalistas.
En todo caso, las cifras le dan al PNV para mantener su apuesta por el gobierno de coalición con los socialistas, con los que sumaría hasta 41 escaños, muy por encima de la mayoría absoluta (38). El PNV mantiene su hegemonía política incontestable en el País Vasco. Iñigo Urkullu firma su tercera victoria consecutiva en las urnas y seguirá gobernando, ahora sí con una cómoda mayoría absoluta de la mano del PSE. Al 99,52 por ciento escrutado, saca 31 escaños, 3 más que hace cuatro años.
Bildu se consolida como única alternativa y crece hasta los 22 escaños, los mismos que firmó en 2011 en su vuelta tras la ilegalización de Batasuna. En 2016 retrocedió tres asientos ante la irrupción de Podemos, que venía para asaltar los cielos tras ganar en el País Vasco en las dos generales anteriores pero que se tuvo que confirmar con 11 escaños. El partido de Pablo Iglesias es el gran derrotado de la noche al perder 5 parlamentarios vascos, hasta los 6, y ser superado por el PSE.
Los socialistas respiran y logran sumar un asiento, de 9 a 10, aunque hay que recordar que en 2016 el derrumbe fue total, a la mitad de sus fuerzas y empatados en el vagón de cola con el PP. La suma de los dos partidos constitucionalistas era de 18 escaños y ahora perderían 3 por la bajada de los populares.
La coalición PP+Cs, con 5 diputados, no ha funcionado. Los populares pierden 4 parlamentarios y además cede 1 a Ciudadanos, que se estrena en la Cámara vasca al igual que Vox. El partido de Santiago Abascal entraría con 1 representan.
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