Migrantes venezolanos que huyeron de Nicolás Maduro para hacer una mejor vida en Ciudad de México se reencontraron con el hostigamiento chavista, al punto de que se vieron obligados a cerrar su restaurante de comida criolla a causa de las constantes amenazas.
“Esta pintada ha cambiado la vida de Walter. Este venezolano llega a su restaurante de Ciudad de México para desmontar lo poco que queda. El Fogón Bistró hecha el cierre debido a las amenazas supuestamente de compatriotas”, informa DW, luego de entrevistar a los afectados.
A finales del año pasado, Walter recibió hasta tres mensajes intimidantes. Y el 30 de diciembre, tras subir un post en redes sociales, el ataque fue directamente en su local.
En su publicación, Walter había comentado: “La izquierda comunista es una plaga, viva la libertad, abajo la dictadura. Edmundo (González) presidente”.
Walter era un dirigente opositor y huyó de la ciudad de Trujillo hace seis años, después de que apedrearan su casa. Ahora, a 4.000 kilómetros, la misma persecución toca de nuevo su puerta.
Este politólogo tuvo que hacerse hostelero y trabajar de mesero para sobrevivir en México. Abrió el negocio junto a su yerno, Royman, un ingeniero en telecomunicaciones que pasó a ser cocinero.
Ambos participan en todas las protestas contra Nicolás Maduro en la capital mexicana. Están convencidos de que las amenazas provienen de personas vinculadas al chavismo.
El acoso comenzó poco después de iniciar su trámite de nacionalidad mexicana, para el que tuvieron que pedir documentación a su país de origen. Creen que fue su activismo político el que los puso en la diana de los agresores.
Aunque si algo le duele más a Royman que cerrar el restaurante y perder todos sus ahorros, es que Maduro se haya autoproclamado presidente, una decepción de la que responsabiliza también al bloque opositor.
A partir de ahora, sus hallacas y arepas se repartirán a domicilio.
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