Una mujer de 27 años de Ohio se convirtió en madre la semana pasada, pero ella todavía no lo sabe.
Megan Sites, enfermera de un hospital local de Celina con siete meses de embarazo, dio positivo a la prueba del COVID-19. Aunque al principio presentaba síntomas leves, parecidos a los de un resfriado o una infección sinusal, su estado se agravó en 24 horas. Su recuperación se complicó, y ella lo sabía.
Por Infobae
“Le lloró a mi madre, y le dijo que no quería morir» contó Shaun Jeffries, hermano de la joven embarazada, a la televisora WTDN. «Eso precisamente nos hizo entender que era consciente, y sabía por lo que estaba pasando. La forma en la que empeoró en 24 horas, fue agresiva. Esa es la única forma de calificarlo: es un virus agresivo”, añadió.
Al llegar al hospital, los médicos tuvieron que sedar a Megan Sites y conectarla a un respirador. A pesar de los esfuerzos de los sanitarios, el cuadro clínico de la enfermera empeoró, y sus pulmones comenzaron a fallar. Entonces, decidieron realizarle una cesárea de emergencia, para poner a salvo al bebé.
“Sus pulmones estaban fallando. Para salvar su vida y la del niño, tuvieron que practicarle una cesárea de urgencia. Ella no sabe que ya tuvo a su bebé, que nació con 29 semanas», añadió Kace, cuñada de Megan Sites y esposa de Shaun.
Según contaron los familiares, el recién nacido es un niño y se encuentra estable. Está internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (NICU, por sus siglas en inglés). Desde que nació, le han realizado dos test de COVID-19, y ambos dieron negativo.
Para mantener con vida a la madre, los médicos tuvieron que recurrir a una máquina ECMO, que extrae la sangre del paciente, la oxigena, y vuelve a introducirla al organismo del enfermo, como si se tratara de un pulmón artificial.
“Dijeron que era la última opción. Que era lo último que podían intentar, y lo hicieron”, explicó Shaun, refiriéndose a la decisión de utilizar el sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés).
Hasta este martes por la noche, Megan Sites permanecía sedada en el hospital, y conectada al sistema de asistencia. No sufría ninguna patología, y según su hermano, llevaba un estilo de vida saludable.
“Nunca en un millón de años habríamos pensado que nuestra hermana de 27 años podría estar infectada con este virus, y casi perder su vida. La gente tiene que tomarse esto más en serio”, dijo Kacie.
Hasta ahora, Megan Sites no ha podido conocer a su bebé. Según datos proporcionados este martes por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU, en el país se han contagiado de COVID-19 más de 9,000 sanitarios. La mayoría, son mujeres de raza blanca, de unos 40 años. Al menos 27 perdieron la vida por el coronavirus.
Las altas cifras de sanitarios infectados abrieron en los últimos días un debate por la falta de equipos de protección adecuados en algunas clínicas del país. En centros médicos como el Hospital Sinai-Grace, en Detroit, o el Hospital General de Palemetto, en Miami, los sanitarios se quejaron de falta de personal, y recursos.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.