En medio la pandemia y con la variante Delta circulando en 185 países mundo, sorprendió ayer el anuncio del gobierno argentino de flexibilizar algunas medidas preventivas de contagios de COVID-19. Y sin dudas la más polémica fue la que tiene que ver con el levantamiento de la obligatoriedad de usar barbijo al aire libre.
“Levantamos la obligatoriedad del uso del tapaboca al aire libre, sin personas alrededor ni en aglomeraciones”, informó Carla Vizzotti. Por la tarde, debió aclarar que las medidas, como esta, comenzarán a regir desde el 1° de octubre. Para la Nación, su uso era solamente una recomendación, mientras que para la Ciudad de Buenos Aires y otros 14 distritos era obligatorio su uso.
Vizzotti aclaró que el uso del barbijo “continúa siendo obligatorio en lugares cerrados (aula, cine, teatro, ámbitos de trabajo, transporte público, espectáculos y eventos masivos) y al aire libre cuando hay aglomerados de personas”. La medida regía desde mayo de 2020, casi dos meses después de iniciada la pandemia, cuando, hasta ese momento, solo era obligatorio usarlo en locales comerciales, dependencias estatales y en medios de transporte.
España
En el caso de España, la situación fue cambiante. “Este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores, porque el próximo 26 de junio ya no las llevaremos en espacios públicos”, anunció a mediados de junio último el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. “Nuestras calles y nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal”, agregó. La medida liberatoria comenzó a regir cuando el 47% de los 47 millones de españoles ya había recibido al menos una dosis y casi el 29% ya estaba completamente inmunizado. Pero un mes después, con la variante Delta circulando, una explosión de casos repentina relacionada con la relajación de las medidas y con el regreso de los viajes de egresados descontroló las cifras de enfermos. España contó más de 50.000 casos en tan solo una semana, lo que generó que en la región de Cataluña, el País Vasco y las islas Baleares, que desde el 9 de julio se aplicaran nuevas normativas para volver a la obligatoriedad del uso del tapabocas en la vía pública. En agosto bajaron los casos y la opción de usarlo al aire libre es voluntaria.
Estados Unidos
En Estados Unidos, los CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) señalaron que las personas que estén completamente vacunadas dejarán de usar mascarilla, incluso cuando no se pueda garantizar la distancia. Eso sí, todavía seguirá como forma obligatoria en aviones y en hospitales, además de ciertos lugares de trabajo.
La mayoría de las nuevas infecciones en Estados Unidos continúan ocurriendo entre personas no vacunadas, pero las llamadas infecciones posvacuna, que generalmente causan malestares más leves, pueden ocurrir en personas ya inoculadas. “Cuando predominaban las variantes anteriores del virus, se encontró que las personas vacunadas infectadas tenían niveles bajos de virus y se consideraba poco probable que propagaran mucho la enfermedad”, explicó la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC.
Durante gran parte de la pandemia, los CDC han recomendado a la población ponerse el cubrebocas al aire libre y mantener una distancia de unos dos metros. En abril, cuando avanzaba la campaña de vacunación, el organismo relajó las normas y declaró que ya no era necesario el cubrebocas a menos que las personas estuvieran en espacios cerrados o en medio de una multitud. En mayo las relajó aún más, afirmando que quienes estuvieran totalmente vacunados ya no necesitaban la mascarilla ni siquiera en medio de una multitud o en interiores, en la mayoría de casos. Durante semanas disminuyeron los casos de COVID-19 junto con las hospitalizaciones y muertes, pero la tendencia comenzó a cambiar al inicio del actual verano boreal al propagarse la contagiosa variante delta, especialmente en áreas donde gran parte de la población no estaba vacunada.
Israel
Israel, el país del mundo donde más avanzada va la inoculación con un 82% de la población, ya eliminó el uso de la mascarilla en el exterior, aunque en interiores sigue siendo obligatorio, por la incertidumbre de la evolución del virus.
Brasil y Uruguay
En la región, también el uso de tapaboca genera polémica. El 10 de junio último, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que ordenó al Ministerio de Salud una normativa para que el uso de tapaboca y barbijos no sea más obligatorio para los vacunados y los contagiados recuperados, incluso con el riesgo de una tercera ola y una decena de estados con colapso hospitalario por el aumento de internados por COVID-19. “Hablé con el ministro de Salud y él va a hacer una resolución para que no sea más obligatorio el uso de barbijo para quien ya tuvo coronavirus o está vacunado. Ese símbolo es para quien está infectado”, dijo Bolsonaro sobre los tapabocas en un acto en el Palacio del Planalto sobre promoción turística.
El Gobierno de Uruguay analiza no exigir el uso de barbijo al aire libre, según lo adelantó su presidente, Luis Lacalle Pou. Pero la norma aún no está vigente.
El tapabocas ha sido el símbolo mundial del coronavirus. Cada país ha adoptado sus propias medidas al respecto, pero, en general se ve una relajación en Europa luego de que Israel fuera pionero en retirarlo, primero en exteriores, tras el éxito de su vacunación. Países como Finlandia, Dinamarca, Suecia, Noruega, Australia, Polonia y Hungría permiten estar al aire libre sin tapabocas. Alemania ha sido bastante más flexible, incluso en momentos graves, cuando solo se obligaba a llevarlo en sitios cerrados, transporte público o si había aglomeraciones.
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