La visita de Juan Guaidó a la Casa Blanca ha dado unos renovados ánimos a los opositores al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, muchos de los cuales viven en Estados Unidos. Hace un año, Guaidó acababa de jurar el cargo de presidente encargado y parecía que la caída del régimen era inminente, dadas las repetidas advertencias por parte de EE.UU. del uso de la fuerza.
Por David Alandete / ABC
El año pasado acabó, sin embargo, con la oposición dividida y el riesgo de perder el control de la Asamblea Nacional por una campaña de sobornos orquestada por Maduro. Pese a ello, la oposición resistió y ahora vuelve a estar unida tras la figura de Guaidó, que ha culminado una visita a Europa y Norteamérica donde ha sido recibido como jefe de Estado de su país por todos los mandatarios menos Pedro Sánchez en España. El representante de Venezuela elegido por Guaidó y la Asamblea Nacional en EE.UU. es Carlos Vecchio (Caripe, 1969), un veterano político que huyó de la persecución del régimen en 2014 y que en un año ha tejido una red de contactos y apoyos en la presidencia, la diplomacia y la inteligencia de EE.UU. Fue él quien organizó la visita de Guaidó a Washington, y quien le acompañó en su visita al Despacho Oval.
¿Qué balance hace de la visita del presidente encargado Juan Guaidó a Washington?
Se reafirma el liderazgo de Juan como presidente interino legítimo de Venezuela y se reafirma el compromiso del mundo libre para presionar para salir de la dictadura. Cuando Maduro da una entrevista al Washington Post en la que pide mediación y negociación, ¿cuál es la narrativa que trataba de venderle a su grupo íntimo, a los miembros de la Fuerza Armada y a los rusos? Que este proyecto de Guaidó ha fracasado, que es el pasado, que es un títere, que esto no funcionó, que él, Maduro, controla el país, y con quien se tienen que entender es con él. Por eso le pide un diálogo a EE.UU. Esa entrevista coincide con la aparición del presidente interino Guaidó en Colombia y sus primeras reuniones con el presidente Iván Duque, los cancilleres de la región, y con el secretario [de Estado norteamericano Mike] Pompeo. Después sigue la gira por Europa y por Canadá y EE.UU. Eso desmonta la manipulación que Maduro había querido venderle al mundo, a los rusos, a su círculo íntimo y a la Fuerza Armada.
El régimen trató de contratar a un lobby aquí en Washington para sortear sanciones.
Y fíjese que para firmar ese contrato el régimen estaba usando el procurador [Reinaldo Muñoz], que es la persona que todavía no ha sido sancionada. Maduro montó una narrativa que se cae con la visita de Guaidó y que tuvo su primer episodio primero al nivel interno. Maduro prometió a los rusos que él iba a tener control del Parlamento venezolano. Llegó a ofrecer a algunos diputados más de un millón de dólares como soborno para que no votaran a Guaidó. Le prometió a Rusia que iba a controlar el Parlamento y así iba a controlar los contratos petroleros para poder asignarlos.
¿Por qué no lo lograron?
No pudieron por la audacia, el valor y el coraje del presidente interino, junto con los otros diputados que evitaron el asalto al Parlamento. Sólo logró la unificación nuestra y poder reelegir al presidente Juan Guaidó. Finalmente fue juramentado y eso nos da esa legitimidad interna y nos hace ganar de nuevo la iniciativa.
Organizar la gira internacional de Guaidó debió ser complicado.
Necesitábamos tener seguridad de que el presidente pudiera salir de Venezuela de manera segura, algo que no es una operación fácil. Una vez ya teníamos la seguridad de que el presidente estaba en el sitio seguro en Colombia comenzamos las confirmaciones de todo.
La visita a la Casa Blanca se gestionó con gran secretismo…
Tuvimos la oportunidad de construir esto por lo menos por dos semanas y se mantuvo en secreto. Creo que generamos el efecto que nosotros estábamos buscando desde el punto de vista político y comunicacional, el factor sorpresa. Culminó con un episodio histórico, que es la presencia del presidente interino Juan Guaidó en el discurso del Estado de la Unión. No creo que haya pasado con un presidente latinoamericano en la historia. Y luego el respaldo del presidente Trump, con las palabras que utiliza, que son muy poderosas, que manda un mensaje muy claro al mundo, a la coalición, a quienes están apoyando a Maduro.
Sí hubo un aplauso de los dos partidos, republicano y demócrata, a esas palabras de Trump.
Es un apoyo que no sólo viene del poder ejecutivo y el liderazgo, claro, del presidente, sino también el Congreso, el poder legislativo, apoyando una causa. Pero también es un mensaje claro de que esto es en serio, que esto es una política de Estado y que EE.UU. va a ejercer la mayor presión posible para que nosotros tengamos una región en paz y sin dictadura. Y creo que es un reconocimiento, no solo al presidente interino, sino también a quienes hemos venido luchando dentro de Venezuela, quienes han visto morir a sus familiares, a los presos políticos, a quienes se han visto obligados a dejar a Venezuela por la crisis. Es un reconocimiento a eso y esa ovación de los dos partidos es hacia el pueblo de Venezuela, de mandarle un mensaje a su pueblo de que estamos con ustedes.
Usted estuvo en la visita a Trump en el Despacho Oval. ¿Qué les dijo el presidente que no se sepa?
No puedo contarlo todo, lógicamente. Pero la reunión duró una hora y estaba previsto que durara menos de una hora. Una reunión con un presidente de una hora no es una reunión para una foto, es una reunión de trabajo. Luego de eso nos pidió el presidente Trump que completáramos algunos detalles con su equipo en la sala del gabinete de ministros. Nos pidió que nos reuniéramos con el ministro de la Defensa [Mark Esper], su secretario de Seguridad Nacional [Robert O’Brien] y Mauricio Claver [que es el mayor asesor de Trump para América Latina]. En toda su dimensión puedo decir el presidente está cinco pasos más adelante del resto de la administración, es cierto.
¿Ve un compromiso genuino del presidente Trump para buscar una solución pronta y urgente a la crisis en Venezuela?
Estoy hablando mi percepción y mi lectura de lo que fue la reunión. Yo siento que hay un compromiso firme del presidente con los venezolanos, con la democracia en Venezuela y con darle estabilidad política esta región, entendiendo que hay un régimen que pone en riesgo la seguridad de toda la zona.
¿Qué pueden hacer en este momento EE.UU. y la comunidad internacional para que Rusia e Irán dejen de apoyar al régimen de Maduro?
Rusia se ha convertido en el principal sostén de la peor dictadura que ha tenido la región en su historia reciente. Hoy Rusia se aprovecha del caos nuestro para hacer dinero y para jugar a la geopolítica, para confrontar a su principal enemigo, EE.UU. Se aprovecha del caos, porque nuestra producción petrolera cayó de tres millones y medio [por día] a cerca de 600.000. Parte de ese mercado lo tomó Rusia, porque Rusia es competidor nuestro. Y ahora no le conviene ningún cambio. No le conviene que se aumente la producción porque le quitaríamos mercado. Rusia se beneficia porque se ha convertido en el intermediario para colocar nuestro crudo internacionalmente. Se lo compra con descuento, cobra una comisión y lo coloca donde quiere y de la mejor manera a su beneficio, ganando dinero sin invertir nada. Y luego los pagos se hacen a través del sistema financiero ruso. Es decir, Rusia está haciendo dinero del caos, explotando nuestra riqueza sin invertir nada y al propio tiempo jugando a la geopolítica.
¿Esto lo sabe la comunidad internacional?
Esto se lo hemos dicho a aquellos con los que nos hemos reunido a nivel internacional: solos no podemos. Nosotros lo hemos puesto todo y el presidente Guaidó ha arriesgado su vida al servicio de esta causa. Y creo que lo ha demostrado, saltando vallas, enfrentándose a piquetes militares. Antes de salir recibió 15 disparos en su camioneta de los grupos colectivos armados. Si la comunidad internacional quiere poner presión, tiene que hacer responsable a Cuba y a Rusia de lo que está ocurriendo, principalmente a Rusia. Rusia está apoyando el sufrimiento de los venezolanos al apoyar al régimen de Maduro. Apoya el sufrimiento de los venezolanos y apoya a la peor tiranía que le ha causado el mayor daño a la región, tanto política como económica y socialmente, en la historia moderna. No ha habido un régimen en Latinoamérica que haya hecho tanto daño como éste. La comunidad internacional tiene que poner también presión en actores como estos si quiere construir una salida seria a la transición en Venezuela. Nosotros también le hemos dicho al mundo, y en particular EE.UU., que en Venezuela están sus enemigos. Está Rusia, Cuba e Irán. No es poca cosa.
¿A España qué le pide?
Le hemos dicho a Europa que el régimen de Maduro ha sorteado las sanciones norteamericana a través de Europa, ha lavado dinero a través de Europa, ha creado una economía informal con la explotación del oro de sangre, lavado de dinero, tráfico de drogas, todo eso se está conduciendo por ahí y que la única forma de que nosotros podamos enfrentar esto es con mayor presión europea. Por lo tanto hemos pedido que se sancione esta actividad ilícita, las empresas, los individuos y que todas las personas que han estado vinculadas con abusos contra los derechos humanos, que han sido torturadores, que se han prestado a eso, tengan que ser sancionados. No es suficiente la lista [de sancionados] que ha tenido Europa. Se ha frenado esa presión desde Europa. Entonces, la petición no sólo a España sino a toda Europa, es que incremente esa presión.
¿Qué opinión le merece que el Gobierno español recibiera a la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez?
El llamado que yo hago es que entiendan que esa persona es una violadora de los derechos humanos, que ha formado parte de un régimen que ha torturado, que ha encarcelado, que ha perseguido a venezolanos simplemente por pensar distinto, y que esa sanción europea tiene que ser respetada por todos los europeos, y que los europeos, y particularmente España, tienen un compromiso común con Venezuela, con los derechos humanos y con la democracia, y que más bien tiene que convertirse en la bisagra de aumentar esa presión para que efectivamente nosotros, los venezolanos, podamos encontrar lo que nosotros también queremos para España, que es democracia. En el episodio Delcy, que tengan en mente que es una torturadora y una violadora de los derechos humanos, que está sancionada. Le pedimos no sólo a España, sino toda Europa, que cumpla las sanciones que ha impuesto, y que incremente las sanciones para evitar que estos violadores sigan yendo a Europa, para evitar que la corrupción y el lavado de dinero se hagan a través de Europa y del sistema financiero europeo.
¿Cuáles son los pasos a seguir a partir de ahora?
Primero, lo que hemos hablado con todos los países es la urgencia, la necesidad de parar el sufrimiento de los venezolanos, esto no puede durar indefinidamente en el tiempo. Segundo, más del 80% de los venezolanos quiere un cambio, quiere salir de Maduro, expresa su rechazo. Hay un liderazgo claro, reflejado en el presidente interino Juan Guaidó, y hay una Asamblea Nacional que lo acompaña en ese liderazgo como poder legislativo, ambos se convierten en una base fuerte para una transición estable en Venezuela. De manera que hay una gran oportunidad. Y tercero, estamos enfrentando no una dictadura clásica, sino una dictadura que está vinculada a actividades terroristas delincuenciales, que no la podemos enfrentar solos y que tiene el apoyo, como he dicho, de países como Cuba y Rusia.
¿Ustedes qué han logrado desde dentro?
Si bien hemos derrotado política y popularmente al régimen de Maduro, estas fuerzas criminales y la presencia cubana y rusa hace que solos no podamos. Nosotros nos hemos comprometido a esa presión interna de parte nuestra, arriesgando la vida. Cada día en Venezuela es un riesgo para la vida. Insisto, antes de salir le dispararon 15 veces a su carro al presidente Guaidó. A nosotros nos va a tocar esa presión y esa movilización interna, pero necesitamos mayor presión internacional, que tiene que ser coordinada, simultánea y permanente. Solo esa presión por Canadá, EE.UU. Latinoamérica y Europa va a llevar a un desenlace, y vamos a ver de aquí en adelante algunos compromisos que hicieron los países para incrementar esa presión. En los días y semanas que vienen va a haber un conjunto de acciones que apuntan a incrementar esa presión en los distintos niveles.
¿Puede avanzar esas medidas?
En este momento no.
¿Cree que el régimen es consciente de ese aumento de la presión?
Maduro estaba vendiendo antes que ya tenía el control y que era el interlocutor con Venezuela, que tenía todo controlado. Todo eso se cae, eso es falso, aquí hay un compromiso nuestro y del presidente interino de dejar su vida por rescatar la democracia. Pero también hay un compromiso de todos los países de aumentar esa presión y ese es aislamiento que dieron. El caso Delcy es un ejemplo para el régimen. ¿Es eso lo que ustedes quieren para su futuro? Estar aislado, porque eso es lo que le va a venir. Maduro es el pasado. Maduro no es capaz de resolver ningún problema de los venezolanos. Maduro no representa el futuro de Venezuela, eso lo sabe el pueblo de Venezuela y lo sabe el mundo libre. Y mi mensaje a la fuerza armada y a ese grupo interno es que se pongan a un lado, que faciliten este proceso de transición que va a ser inevitable y que sea menos doloroso para nuestro pueblo que ya ha sufrido suficiente. Que se pongan a un lado y que faciliten la transición, porque esto es inevitable y que sepan de qué lado quieren estar.
¿Cree entonces que el caso Delcy es un ejemplo del efecto de las sanciones?
Sí, un ejemplo, la mejor publicidad que se le ha dado a las sanciones y que demuestra exactamente lo que hoy es Maduro, una persona tóxica para el mundo y particularmente para la región. Y es el aislamiento de repudio que se le da a quienes han sido violadores de los derechos humanos, torturadores, asesinos, que han encarcelado a gente simplemente por pensar distinto.
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