La Organización de las Naciones Unidas emitió este domingo 4 de abril un mensaje concientizador sobre el Día de Información sobre el Peligro de las Minas y aseguró que «son un obstáculo para la paz»
La comunidad de las Naciones Unidas que se ocupa de las actividades relativas a las minas hizo frente a los desafíos que se plantearon durante la pandemia de COVID-19.
El sector ha continuado con su trabajo con resultados obtenidos, ha cumplido con sus obligaciones, realizado sus reconocimientos, actividades de remoción, capacitación y erradicación de la amenaza de las minas terrestres y las municiones explosivas.
El sistema de las Naciones Unidas avanzó en su labor para mitigar la amenaza de los artefactos explosivos improvisados y fortaleció y estableció nuevas asociaciones.
En 2021, los desafíos de COVID-19 van a requerir más perseverancia. Proseguirán los trabajos, se eliminarán las minas terrestres y las municiones explosivas, se seguirán aplicando estrategias de salida y se fomentará la capacidad de los asociados nacionales. La comunidad de actividades relativas a las minas seguirá adaptándose.
Las Naciones Unidas se asegurarán de que se avance hacia un mundo libre de la amenaza de las minas terrestres y las explosiones controladas de municiones.
Antecedentes
Las Naciones Unidas siguen promoviendo la universalización de los marcos jurídicos existentes y alentando a los Estados Miembros a que amplíen esos regímenes y elaboren nuevos instrumentos internacionales para proteger a los civiles de los flagelos de las minas terrestres y los restos explosivos de guerra. Las Naciones Unidas realizan esta labor en colaboración con los Estados interesados, la sociedad civil y las organizaciones internacionales que realizan actividades relativas a las minas.
Desde la aprobación de la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción, conocida comúnmente como Convención sobre la prohibición de minas antipersonal, abierta a la firma en 1997, 164 países han ratificado esa convención o se han adherido a ella.
Además de las minas antipersonal, siguen existiendo retos en lo que respecta a todos los demás restos explosivos de guerra. El 12 de noviembre de 2006, el Secretario General acogió con beneplácito la entrada en vigor del Protocolo sobre los Restos Explosivos de Guerra (Protocolo V) de la Convención sobre las armas convencionales y reiteró su llamamiento en favor de su universalización y aplicación. En diciembre de 2008, el Secretario General acogió con beneplácito la apertura a la firma de la Convención sobre Municiones en Racimo, firmada hasta ahora por 108 países.
Guiado por su política interinstitucional, el Equipo Interagencial de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas, integrado por 12 departamentos, organismos, fondos y programas, y contando con diversas entidades que tienen calidad de observador, como el Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme, sigue velando por la coherencia en todo el sistema de las Naciones Unidas con respecto a todos los pilares y actividades relativos a las minas y por la aplicación de un enfoque que responda al criterio «Una ONU».
En 2018, el UNMAS convocó, coordinó y dirigió la redacción de la Estrategia de las Naciones Unidas contra las Minas 2019- 2023. Dos de los aspectos más significativos de la Estrategia son que representa un marco de rendición de cuentas para el sistema de las Naciones Unidas e introduce una teoría de cambio para la participación de las Naciones Unidas en la acción contra las minas.
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