El gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, dijo este lunes que no tiene «nada contra» la posibilidad de que la ciudad reciba partidos de la Copa América, que ahora será celebrada en Brasil, pese a la pandemia de la covid-19.
«Siempre que se respeten las medidas sanitarias necesarias, no tengo nada en contra», dijo Rocha tras el anuncio de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) que le otorgó la sede del torneo a Brasil, pese a los más de 460.000 muertos que suma el país por causa de una pandemia que aún no logra controlar.
El estadio Mané Garrincha, de Brasilia, que fue reformado para el Mundial de fútbol de 2014, ya es barajado como un escenario posible para los partidos de la Copa América, que iba a ser organizada por Argentina y Colombia, que por diversas causas desistieron.
Colombia fue el primero en comunicar a la Conmebol su decisión de echarse atrás debido a las protestas sociales que sufre actualmente el país y luego Argentina renunció a organizar el evento debido al agravamiento de la situación sanitaria causado por la pandemia.
Al anunciar la nueva sede, la Conmebol expresó su agradecimiento al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), por «abrir las puertas de ese país al que es hoy en día el evento deportivo más seguro del mundo».
También dijo que en «las próximas horas» se conocerán las ciudades brasileñas que recibirán los partidos de la Copa América y que las «fechas» previstas para el torneo «están confirmadas», por lo que deberá comenzar el próximo 13 de junio.
El anuncio ha sido recibido con reservas y hasta duras críticas por sectores políticos y especialistas sanitarios de Brasil, que han condenado el hecho de que un país en el que la pandemia no ha sido controlada y que está ante una posible tercera ola de la enfermedad se haya ofrecido para organizar un evento de esa magnitud.
EFE
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