Karim Khan, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), se enfrenta a una investigación por «conducta sexual inapropiada» y por intentar silenciar a la supuesta víctima para que negara las alegaciones contra él y diera el caso por cerrado.
Por El Mundo
Según revela The Guardian, el jurista escocés de 54 años puede estar implicado en varios episodios de «conducta sexual inapropiada» entre abril del 2023 y del 2024 con una abogada de treinta y tantos años que trabajó a sus órdenes, incluido un incidente en el que el llegó supuestamente a manosearla y a introducir su lengua en la oreja de la víctima.
Khan ha negado las acusaciones y su entorno ha apuntado a la «guerra sucia» contra la CPI emprendida por Israel. Las alegaciones son sin embargo anteriores a la autorización solicitada por Khan, el pasado mes de mayo, para emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa Yoav Gallant por su posible responsabilidad penal en «crímenes de guerra».
El presidente Joe Biden calificó en su día la decisión de la Fiscalía como «escandalosa». Khan, que también pidió autorizar órdenes de arresto contra los líderes de Hamas Mohamed Deif, Ismael Haniyah y Yahya Sinwar (estos dos últimos ya muertos) aseguró que las pruebas recopiladas por el CPI mostraban que Israel «privó de forma intencional y sistemática a la población civil de Gaza de objetivos indispensables para la supervivencia humana».
The Guardian reveló también recientemente cómo los servicios de Inteligencia israelí han llevado a cabo una campaña sistemática durante una década para desacreditar a la CPI e intimidar y amenazar a su personal. El diario británico asegura sin embargo no haber encontrado evidencia de que Israel u otro país tengan relación con el caso de supuesta «conducta sexual inapropiada» que lleves acechando a Karim Khan, nacido en Edimburgo en 1970 e hijo de inmigrantes paquistaníes.
En un comunicado público, Khan advierte que tanto él como la Corte Internacional Penal han sido sometidos a «una amplia gama de ataques y amenazas». El fiscal asegura que «no es verdad» que haya incurrido en comportamiento sexual inapropiado y se remite «a los 30 años de trabajo en distintos contextos sin que haya existido una queja similar por parte de nadie».
Fuentes consultadas por The Guardian aseguran que la supuesta víctima se encuentra en una situación de «severo estrés» por la situación creada. «Ella nunca quiso llegar a este punto», relata una amiga cercana. «Pero la queja fue presentada formalmente contra su voluntad, seguida de los intentos de Khan por suprimir las alegaciones, y eso la ha colocado en una situación muy difícil».
Los sindicatos han reclamado la apertura de «una investigación a cargo de un panel externo para evitar conflicto de intereses». La supuesta víctima está entre tanto en contacto con la Asamblea de los Estados Partes, el órgano de Gobierno de la CPI, que puede decidir la apertura de una nueva investigación y dirimir en última instancia el futuro de Karim Khan.
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