La mayoría de los territorios españoles estarán el lunes que viene en la fase 3 de la desescalada, según ha anunciado este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Suponen la mitad de la población del país. Esta etapa es la última antes de volver a lo que se ha llamado “la nueva normalidad”.
Por EL PAÍS
Normal, en el sentido de que la inmensa mayoría de las actividades están permitidas prácticamente, con la única excepción de la apertura de bares nocturnos y discotecas; nueva, porque aún habrá limitaciones de aforo y obligaciones como mantener la distancia de seguridad de dos metros o usar mascarilla en muchas de ellas.
La situación se rige por la norma que estableció desde el inicio el Ministerio de Sanidad: un mínimo de dos semanas en cada fase, con la excepción de Málaga y Granada, que en una semana han pasado de fase 2 a fase 3. Con ello, España queda dividida en dos. 23 millones en la etapa más retrasada y 24 millones en la más avanzada. Las cuatro islas pequeñas (La Gomera, El Hierro y La Graciosa en Canarias, Formentera en Baleares) se quedan en la fase 3, donde se les unirán el resto de los archipiélagos balear y canario. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Extremadura, Murcia y Andalucía completa pasan a la fase 3. También lo hacen las provincias de Cuenca y Guadalajara, en Castilla-La Mancha. En Cataluña, avanzan las regiones sanitarias de Alt Pirineu i Aran, Terres de l’Ebre y Camp de Tarragona. Respecto a las ciudades autónomas, lo hace Melilla, pero Ceuta ha decidido esperar una semana después de detectar un brote.
A la fase 2 progresan Madrid y las comarcas metropolitanas de Barcelona y Lleida en Cataluña, que alcanzarían al resto de la comunidad, con excepción de las zonas que adelantan a fase 3. La Comunidad Valenciana no ha pedido pasar de etapa, y en Castilla-La Mancha se quedan en esa fase Toledo, Ciudad Real y Albacete. También sale de la fase 1 lo que quedaba de Castilla y León, menos la comarca del Bierzo, que ya lleva una semana en la 2.
Las diferencias entre las fases 2 y 3 son básicamente numéricas: de una a otra aumentan los aforos permitidos en espectáculos, centros culturales, bibliotecas, restaurantes, etcétera. Pero hay alguna relevante. No solo los grupos podrán ser mayores (en la 3 podrán ser de 20, en la 2 solo de 15). En la última también pueden abrir las barras de los bares. Lo que no va a suceder en ninguna, y tampoco en la nueva normalidad, es la desaparición de medidas como la distancia de seguridad de dos metros y el uso de mascarilla cuando esta no se pueda mantener.
Y hay otra subyacente importante. En la última de las fases de la desescalada el control lo toman las comunidades autónomas. Estas podrán decidir cuánto dura y si las personas pueden viajar dentro de la comunidad saliéndose de la provincia, zona sanitaria o isla en la que hasta la fecha han estado confinados. Aragón, Galicia, País Vasco, Extremadura y Andalucía ya han anunciado que lo van a permitir. Galicia y País Vasco también han insistido en que quieren abrir las fronteras con Portugal y Francia, respectivamente, y con las comunidades aledañas. Hasta el 21 de junio el Gobierno mantendrá el control de la movilidad por la aplicación del estado de alarma, pero a partir de ese día cada Ejecutivo autónomo, en función de su estado sanitario, podrá decidir cuándo se autoriza a la población a salir de la comunidad, se supone que para desplazarse a otra en el mismo nivel en la desescalada.
La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes que a partir de la fase 3 las comunidades tomarán el mando, con la colaboración del Gobierno “si –espero que no– se produjera un rebrote”.
En la misma comparecencia, Illa, ha reconocido el esfuerzo de los españoles durante los 82 días del estado de alarma, y el papel de las comunidades autónomas, cuyos presidentes volverán a reunirse con el presidente del Gobierno este domingo. E insistió en que habrá que promulgar un decreto ley para regular esa nueva normalidad.
Si el proceso sigue a este ritmo, el 21 de junio será el último día en que el Gobierno llevará la tutela. A partir del 22 todas las comunidades entrarán en la nueva normalidad o en la fase 3, cuando serán las autonomías las que decidan las medidas. Entonces, ha dicho Montero, podrán decidir por ejemplo para los viajes entre islas o si los partidos de fútbol se juegan con público.
Illa ha vuelto a explicar que, frente a otros datos, el Gobierno da las cifras de acuerdo con la definición de casos de los organismos internacionales, aunque ahora se están revisando para ajustar, sobre todos los comunicados durante los días más críticos, que la cumplen. Respecto a la capacidad que asumen las comunidades, ellas tomarán las decisiones “asumiendo la responsabilidad de flexibilizar las medidas de la fase 3”, ha dicho.
Sobre Málaga y Granada, la primera vez que dos territorios cambian de fase en menos de dos semanas, el ministro ha declarado que “cumplían los requisitos” para progresar. La decisión se tomó a petición de la comunidad pero porque los datos epidemiológicos lo avalaban. El ministro ha abierto la puerta a que esa situación se repita, lo que permitiría, por ejemplo, a Madrid y Barcelona proponer la semana que viene llegar a la fase 3, adelantando el proceso una semana. “Los viajes entre comunidades solo serán posibles en la nueva normalidad”, ha afirmado el ministro, lo que pasa es que el tiempo para llegar a esta desde que se entra en fase 3 queda en manos de los Ejecutivos autónomos.
Ante el posible conflicto de unas comunidades que decidan entrar en la nueva normalidad antes de que decaiga el estado de alarma, Illa ha manifestado que a partir de la fase 3 las comunidades pueden decidir cuándo acaba el estado de alarma.
Sobre la nueva normalidad, Illa ha explicado que una vez en la fase 3 las comunidades deciden cuándo pueden cerrar esa etapa y decidir que en su territorio deja de aplicar el estado de alarma. Podría por tanto darse el caso de que antes del 21 de junio, que es el límite de la prórroga acordada el miércoles, la situación de excepcionalidad concluyera, y las comunidades podrían decidir, por ejemplo, permitir los viajes fuera.
Abundando en esta idea de la potestad autonómica a partir de la fase 3, la ministra portavoz, María Jesús Montero, ha dicho que, por ejemplo, podrían decidir el viaje entre islas o plantear jugar partidos de fútbol con público, se entiende que con las correspondientes medidas de seguridad.
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