Nuevos enfrentamientos estallaron el miércoles en una cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil (suroeste), escenario de cruentos choques que han dejado unos 180 presos muertos en los últimos cinco meses, pero fueron controlados con la intervención de policías y militares.
AFP
En el reclusorio Guayas 1 «se registran enfrentamientos entre pabellones», informó el organismo a cargo de las prisiones SNAI a través de su cuenta en Twitter.
Luego señaló que «la situación del #CPLGuayas No. 1 está controlada gracias a la intervención de grupos élite» de la Policía y de las Fuerzas Armadas.
Sin reportar si hubo víctimas, el SNAI apuntó que personal policial «refuerza el decomiso de armas de fuego en los pabellones. Además, ante los sucesos ocurridos, hoy fue removido del cargo el director de ese centro».
Desde los exteriores, un fotógrafo de la AFP escuchó detonaciones y sintió un fuerte olor a gas lacrimógeno.
Esa cárcel de Guayaquil, núcleo comercial de Ecuador, ha sido el principal escenario de violentas revueltas, que se han extendido a reclusorios de otras localidades ecuatorianas y que dejaron unos 320 presos muertos en 2021.
En septiembre murieron 119 reclusos de la Guayas 1, en una de las peores masacres penitenciarias registradas en Latinoamérica.
En la misma prisión, 62 personas perecieron luego en otra revuelta en noviembre.
Según autoridades, la violencia proviene de bandas vinculadas al narcotráfico internacional que se disputan el poder dentro y fuera de los reclusorios.
En las 65 prisiones de Ecuador, con capacidad para unas 30.000 personas, hay unos 39.000 presos (30% de sobrepoblación). Del total, 15.000 están sin sentencia.
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