La tasa de empleo de los inmigrantes en la OCDE subió hasta el 68,3% en 2018, acercándose al de las personas oriundas de los países en los que viven, subrayó la organización en un informe publicado el miércoles.
«Las perspectivas profesionales de los inmigrantes continuaron mejorando en 2018, en la línea de evolución positiva observada estos últimos cinco años», dice la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe sobre las migraciones internacionales.
El índice de empleo de los inmigrantes es de una media de 68,3%, a sólo 2,4 puntos del de las «personas nacidas en el país», mientras que el índice de desempleo cayó de 9,4% a 8,7% entre 2017 y 2018.
Pero esta tendencia oculta fuertes disparidades: Francia, por ejemplo, forma parte de los malos alumnos de la OCDE en la materia, con una tasa de desempleo de 14,6% entre los migrantes. En cuanto a la tasa de empleo, de 58,5%, sólo México y Bélgica registran índices más bajos.
La mejora global se debe a las «migraciones temporales de trabajo», que «aumentaron fuertemente en 2017» hasta alcanzar 4,9 millones de personas (+11%). Polonia lidera este sector.
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