El Gobierno danés y varios partidos de la oposición presentaron este viernes un acuerdo para adelantar la reapertura del país, lo que incluye permitir desde el próximo 21 de abril reuniones en exteriores de hasta 50 personas y público en los estadios de fútbol.
El plan de cuatro fases presentado en marzo permitía a partir del miércoles reabrir centros comerciales, restaurantes, bibliotecas y museos, aunque en los tres últimos obliga a presentar un certificado (que se podrá hacer en el teléfono celular) que demuestre estar vacunado, si la persona se ha contagiado de COVID-19 o si ha dado negativo en un test.
El nuevo acuerdo elimina la exigencia de certificado en las terrazas de bares y restaurantes, que ahora podrán abrir al interior (con certificado y reserva previa) y servir alcohol hasta las 22 horas.
Los partidos de las principales categorías de fútbol y la selección tendrán hasta 500 personas en secciones delimitadas (un tercio del aforo total), separadas por un metro y deberán estar vacunadas o presentar un test negativo reciente.
Se aumentará también la educación presencial para alumnos de enseñanzas para adultos y profesionales.
El máximo de personas en reuniones en espacios públicos se elevará a 50 en exteriores y 10 en interiores; desde el 6 de mayo, a 75 y 25, respectivamente; y desde el 11 de junio, a 100 dentro y se eliminará al aire libre.
“Ahora podemos adelantar varias partes de la reapertura a la próxima semana. Esto se debe a que estamos en una posición favorable en Dinamarca. Tenemos el contagio bajo control, capacidad masiva para hacer test y secuenciar, y posibilidad de implantar cierres locales”, afirmó el ministro de Sanidad, Magnus Heunicke.
Contagio controlado
Dinamarca mantiene controlada la pandemia desde finales de enero, con alrededor de 200 hospitalizados y una tasa de positividad en los test inferior al 0,5% (es uno de los países que más pruebas realiza).
Según las últimas cifras del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la incidencia de nuevos casos en los últimos 14 días fue de 165,11 por 100.000 habitantes, con una mortalidad de 4,81 por 100.000 (solo superior a las de Islandia y Liechtenstein).
La buena situación epidémica, junto a la disponibilidad de más vacunas y los posibles riesgos de trombosis, fueron los argumentos empleados hace dos días por las autoridades sanitarias danesas para suspender de forma definitiva la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, que ya no figura en el calendario de vacunación.
El 17,25% de los daneses ha recibido al menos una dosis de una vacuna y al 8,21 % ya se le ha administrado la pauta completa, según los últimos datos oficiales.
Dinamarca espera tener vacunada a toda su población a principios de agosto.
(Con información de EFE)
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