Un número creciente de gobiernos está frenando las relaciones diplomáticas con Myanmar y aumentando la presión económica sobre sus fuerzas armadas por el golpe de la semana pasada que borró el frágil progreso democrático en la nación del sudeste asiático oprimida durante mucho tiempo.
El presidente Joe Biden dijo el miércoles que emitía una orden ejecutiva que evitará que los generales de Myanmar accedan a mil millones de dólares en activos en Estados Unidos y prometió más medidas.
Estados Unidos fue uno de los muchos gobiernos occidentales que levantaron la mayoría de las sanciones en la última década para alentar la transición democrática a medida que los gobernantes militares de Myanmar estaban dando pasos graduales hacia el gobierno civil, cambios que resultaron ser temporales con la destitución del gobierno electo y las detenciones de la premio Nobel Aung San. Suu Kyi y otros.
Una de las reacciones más fuertes provino de Nueva Zelanda, que suspendió todo contacto militar y político de alto nivel con el país y se comprometió a bloquear cualquier ayuda que pudiera llegar a su gobierno militar o beneficiar a sus líderes. También impuso una prohibición de viaje a los nuevos gobernantes militares de Myanmar.
«No reconocemos la legitimidad del gobierno liderado por militares y pedimos a los militares que liberen de inmediato a todos los líderes políticos detenidos y restablezcan el gobierno civil», dijo el martes la ministra de Relaciones Exteriores, Nanaia Mahuta.
En Washington, Biden dijo que sus acciones tenían como objetivo congelar los activos estadounidenses que benefician a los líderes militares de Myanmar mientras mantienen el apoyo a los programas de atención médica, los grupos de la sociedad civil y otras áreas. Estados Unidos ya ha impuesto sanciones contra algunos líderes militares de Myanmar por los asesinatos y la persecución de la minoría musulmana rohingya.
Hasta el momento no ha habido cambios en el nivel de representación diplomática de Estados Unidos en Myanmar, donde Thomas Vajda continúa como embajador.
En Bruselas, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que los cancilleres europeos se reunirán el 22 de febrero para revisar las relaciones del bloque de 27 naciones con Myanmar y explorar formas de aumentar la presión económica. Sus opciones podrían incluir sanciones contra personas y empresas propiedad del ejército de Myanmar, así como recortes en la asistencia para el desarrollo.
Desde 2014, la UE ha concedido a Myanmar casi 700 millones de euros (850 millones de dólares). Borrell dijo que el sistema especial de la UE para otorgar a los países menos desarrollados acceso libre de aranceles y cuotas a todos los productos, excepto armas y municiones, también podría reevaluarse.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.