El primer ministro japonés, Shinzo Abe, afirmó este lunes que pasó exámenes médicos en un hospital de Tokio, por segunda vez en ocho días, relanzando los rumores de un posible deterioro grave de su salud.
“Cuidando mi salud, quiero seguir trabajando duro” por el país, dijo a la prensa Abe, de 65 años y en el poder desde 2012, al regresar a su residencia oficial después de varias horas en el hospital.
“Hoy recibí los resultados detallados de mis análisis de la semana pasada, y me hice pruebas adicionales”, agregó, prometiendo dar más precisiones sobre su salud en “otra ocasión”.
Antes de esa declaración, la cadena Nippon TV, citando fuentes cercanas al Partido Liberal Demócrata (PLD), al que pertenece Abe, afirmó que el primer ministro recibió el lunes pasado tratamiento para una enfermedad que ya había sufrido antes, por lo que no se trataría de un simple control médico.
Un semanario japonés afirmó recientemente que Abe escupió sangre a principios de julio, y los medios de comunicación señalaron que no había dado ninguna conferencia de prensa importante desde hace semanas.
Los familiares del primer ministro también dijeron que necesitaba descansar.
Evitar un “caos”
El mandato de Abe como jefe del PLD se extiende hasta septiembre de 2021, y no tiene un sucesor designado en este momento.
El portavoz del ejecutivo, Yoshihide Suga, dijo el lunes que las pruebas médicas adicionales a las que se sometió tenían como objetivo determinar si podía permanecer en su puesto hasta entonces.
Suga dijo que no vio “ningún cambio” en el estado de salud Abe durante sus encuentros “diarios” con él.
“Parece que el gobierno esperaba que, con una pausa, Abe podría recuperarse” y evitar así una eventual crisis política, declaró este lunes a la AFP Tobias Harris, experto en política japonesa del centro de estudios Teneo.
Pero tras esta segunda visita al hospital, será “cada vez más difícil para el gobierno evitar dar información más transparente” sobre la salud de Abe, opinó Harris, quien agregó que el PLD debe, no obstante, hacer todo lo posible para “evitar el caos” que desencadenaría una salida anticipada.
Abe batió este lunes el récord de longevidad en la función de primer ministro de Japón, en un mismo mandato (2.799 días consecutivos). Ya había roto la marca en noviembre pasado, pero contando su primer paso al frente del país, mucho más efímero (un año entre 2006 y 2007).
Entre las razones de su renuncia en esa época, mencionó una enfermedad inflamatoria crónica del intestino, de la que decía se había curado.
La popularidad del primer ministro ha caído en los últimos meses a los niveles más bajos desde que regresó al poder en 2012, criticado por su gestión en la pandemia de coronavirus, con 62.000 contagios y 1.200 decesos en el país. El número de casos está en aumento desde inicios de julio.
Con la crisis provocada por la pandemia, sus sueños de crecimiento económico sostenible se han esfumado, pues Japón ha caído fuertemente en una recesión.
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