El Congreso Nacional Unido (UNC) de Trinidad y Tobago, pidió al Primer Ministro actuar con celeridad para tratar la emergencia del buque tanque petrolero Nabarima, atascado en aguas venezolanas en el Golfo de Paria y que según informaciones surgidas de los propios trabajadores de la plataforma, está en peligro de contaminar enormemente las aguas de ambos países.
La senadora Anita Haynes emitió un comunicado en donde denuncia una posible crisis ambiental en el Golfo de Paria: “Durante las últimas semanas, el buque petrolero venezolano FSO Nabarima, que contiene cerca de 1 millón de barriles de crudo, ha estado filtrando en las aguas entre Trinidad y Tobago y Venezuela”.
Según medios locales e internacionales el Nabarima tiene un “gran riesgo” de hundirse.
“Si el Nabarima se hunde, provocará un desastre ecológico que Trinidad y Tobago nunca ha visto. Nuestra costa marina desde Chaguramas hasta Icacos podría ser destruida y con ella los medios de subsistencia de miles de personas”, reza el comunicado.
Haynes dijo que esta peligrosa situación exige atención inmediata, «pero el silencio del régimen de Rowley es ensordecedor».
Señaló que hasta el momento, el único comentario del ministro de Energía, Franklin Khan, es que el Gobierno está monitoreando la situación.
“Dada la amenaza inminente que representa este barco, el gobierno debería utilizar todas las vías posibles para prevenir un desastre. Es alarmante que no se hayan implementado planes de emergencia o contingencia en caso de un derrame de petróleo importante”, dijo Haynes.
La parlamentaria de Tabaquite dijo que el gobierno del Dr. Rowley, que ha demostrado ser incompetente al tratar con problemas serios, una vez más le está fallando a nuestra nación.
“Quiero recordarle al gobierno que, según el tratado bilateral sobre derrames de petróleo, tiene el deber de obtener información precisa sobre esta situación y, en segundo lugar, debería haber comenzado a considerar cómo se planificaría para el peor de los casos, que es un derrame que se dirige hacia la costa oeste de nuestro país”, indicó el comunicado.
«Si el régimen de Rowley no actúa sobre la amenaza ambiental que presenta la plataforma Nabarima, es posible que la industria pesquera de Trinidad y Tobago nunca se recupere, y nuestro entorno marino y nuestras costas serían destruidas», sentenció.
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