El salmón ha sido retirado de refrigeradores en supermercados y plataformas de entrega de alimentos en las principales ciudades chinas, y destacados expertos del régimen han advertido a los ciudadanos que no consuman los mariscos ricos en omega-3. El boicot chino contra este pescado importado se produjo después de que el presidente de un importante mercado de frutas y verduras llamado Xinfadi -en Beijing, el lugar donde se han detectado más de 100 infecciones recientemente- identificara la presencia inicial del virus en la tabla de cortar utilizada por un vendedor de salmón.
Sin embargo, parece ser que tal recomendación no es precisa y sólo sirve para generar pánico y angustia en la población. Es que según coincide la comunidad científica, los alimentos conllevan un riesgo bajo de propagar el coronavirus, dijeron gobiernos y grupos de empresas en países como los Estados Unidos o Chile, en un intento por tranquilizar a los consumidores después de que un brote en la capital china se atribuyese al pescado importado.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos dijo que “no tiene conocimiento de ninguna evidencia” que sugiera que los alimentos pueden transmitir el virus respiratorio. Kate Grusich, portavoz de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), se hizo eco de los comentarios y dijo que la baja capacidad de supervivencia de los coronavirus en superficies significa que “existe un riesgo muy bajo de propagación de productos alimenticios o envases”.
Chile, el principal vendedor de salmón después de Noruega, trató de persuadir a China de que su pescado es seguro para la importación tras la cancelación de pedidos. La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Noruega también dijo que no se conocían casos de infección por alimentos contaminados.
Se están planteando interrogantes sobre el posible peligro de los alimentos tras identificarse el origen de infecciones por coronavirus en una tabla de cortar de un vendedor de salmón importado en un mercado en Beijing. Es posible que una persona infectada contaminase la tabla, pero se ha retirado el salmón de los estantes de los principales supermercados, mientras que destacados expertos han advertido a las personas que no consuman el pescado rico en omega-3.
Hay escasos ejemplos de personas que contrajeron el coronavirus de animales. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación dice que la carne de ganado sano bien cocinada es segura, pero ha advertido a las personas que eviten la carne de animales salvajes o ganado enfermo.
Los expertos en salud han confirmado que la transmisión puede ocurrir indirectamente, al tocar una superficie u objeto contaminado, aunque los CDC dijeron a finales de mayo que esa vía probablemente no es la principal forma en que se propaga el virus.
No está claro si el virus puede transmitirse a través de alimentos congelados que luego se descongelan. David Hamer, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston y médico del Centro Médico de Boston, dijo que aunque no hay evidencia de que el covid-19 pueda transmitirse a través de los alimentos, se necesita más investigación. “Eso plantea muchas perspectivas preocupantes en torno al movimiento global del suministro de alimentos”, dijo. “Esto podría desencadenar el pánico si la gente piensa que la comida podría ser una causa de infección”.
El alerta del régimen
Zeng Guang, experto principal de la Comisión Nacional de Salud, dijo en una entrevista con medios estatales el domingo que aún tenían que averiguar si los seres humanos transmitieron el virus al salmón o si el salmón contrajo el virus primero. El experto advirtió a los residentes de Beijing que no coman salmón crudo o compren mariscos importados por el momento. Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China, dijo el domingo que el virus puede sobrevivir en la superficie de los alimentos congelados hasta tres meses y que la agencia “sospecha mucho” de productos contaminados como origen del último brote.
El rápido rechazo del salmón refleja los crecientes temores de China sobre el resurgimiento abrupto de casos en su capital, el centro cultural y político del país donde residen millones de personas. Se han cerrado cerca de 20 complejos de viviendas y algunas escuelas cerradas mientras funcionarios locales se apresuran a localizar a personas que han visitado o tenido contacto con el mercado de Xinfadi.
El boicot al salmón es otro golpe para los exportadores de mariscos a China, después de que la pandemia de coronavirus provocara que las ventas en los primeros cuatro meses del año cayeran más del 30%. Antes de la crisis, los cuatro mayores exportadores -según datos de aduanas de China (Chile, Noruega, Australia y las Islas Feroe de Dinamarca)- habían registrado un crecimiento de la demanda a US$686 millones el año pasado debido al aumento de los ingresos de la clase media y un cambio hacia dietas más saludables.
Con información de Bloomberg
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