La caída del régimen de Bashar al Assad en Siria, tras más de cinco décadas de poder de la familia Assad, ha sido objeto de análisis por parte de medios internacionales, que coinciden en resaltar la magnitud histórica del acontecimiento y las incertidumbres que plantea el futuro del país.
Financial Times: “Final feliz para una dinastía brutal”
El Financial Times centró su cobertura en las implicaciones geopolíticas de la caída de Assad. En una nota titulada “Un final feliz para una brutal dinastía de Oriente Próximo”, el diario escribe celebre el fin de “una dinastía que ha brutalizado y saqueado uno de los países más importantes del mundo árabe durante más de cinco décadas será celebrado por los cientos de miles de familias de aquellos que los Assad mataron, mutilaron, encarcelaron e hicieron desaparecer.”
Para el influyente diario británico este hecho representa un debilitamiento de la influencia de Rusia e Irán en la región, mientras Turquía emerge como un actor más fortalecido. “El fin de Assad confirma el cambio en el equilibrio de poder regional”, escribe el FT.
Asimismo, el medio analizó las tensiones derivadas del liderazgo de HTS, considerado un grupo islamista, que ha tratado de proyectar una imagen más moderada bajo el liderazgo de Abu Mohammad al-Julani. Entre las promesas del grupo, se incluyen respetar los derechos de las minorías cristianas, kurdas y alauitas, un discurso que busca reducir los temores tanto internos como externos.
New York Times: el impacto humano del conflicto
El New York Times destacó el contraste emocional de los sirios ante la noticia de la caída de Bashar al Assad. Mientras algunos celebran el final de 13 años de conflicto, otros enfrentan recuerdos dolorosos de pérdidas personales, desapariciones forzadas y desplazamientos.
Eman Ouad, cuyo esposo murió durante la guerra, expresó una mezcla de alivio y tristeza: “Nuestra libertad ha regresado”, dijo, pero también recordó los años de desplazamiento desde su hogar en Damasco. Otros testimonios reflejan la esperanza de encontrar vivos a seres queridos desaparecidos en el notorio complejo carcelario de Sednaya, capturado por los rebeldes.
El medio resalta el impacto humano del conflicto, con familias como la de Anas Khoury, que escanean listas de prisioneros liberados en busca de respuestas sobre familiares detenidos desde los inicios de la guerra.
Wall Street Journal: preocupaciones ante el vacío de poder en Siria
En un artículo titulado “El régimen de Assad se derrumba en Siria y hace temer un vacío”, el Wall Street Journal pone énfasis en las incertidumbres geopolíticas tras la huida de Bashar al-Assad y el colapso de su régimen. Según el medio, la desintegración del gobierno sirio podría generar un vacío de poder que afectaría a toda la región. “Irán, Rusia, Turquía, Israel, los gobiernos árabes y Estados Unidos -que tiene al menos 900 soldados en el país- siguen de cerca el desarrollo de los acontecimientos, preocupados por la posibilidad de que un desorden más profundo en el estratégico país de Oriente Próximo pueda socavar sus propios intereses. Preocupa que un rápido colapso del régimen sin planificar la sucesión pueda crear un peligroso vacío con efectos indirectos en los países vecinos”, escribe el WSJ.
El avance de los rebeldes sobre Damasco, tras una campaña relámpago, fue descrito como un giro dramático en una serie de conflictos que han sacudido al Medio Oriente desde el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023. El texto también explora la posible redistribución de intereses por parte de Rusia, cuya presencia en Siria fue clave para la supervivencia del régimen.
The Washington Post: cautela ante los nuevos líderes en Damasco
El Washington Post explora el impacto del cambio de régimen en Siria, enfocándose en el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que lideró el avance rebelde. Aunque HTS afirma haber evolucionado hacia una postura más inclusiva, el medio subraya la desconfianza internacional debido a sus lazos históricos con grupos como al-Qaeda.
El artículo, titulado “Los gobiernos occidentales temen desde hace tiempo que los combatientes islamistas tomen el control”, advierte que, aunque la caída de Assad podría traer un cambio, persisten dudas sobre si los nuevos líderes podrán garantizar estabilidad y derechos para los sirios. Además, destaca las posibles consecuencias para los refugiados y desplazados, que representan más de dos tercios de la población del país.
The Guardian, BBC, The Economist
El británico The Guardian subrayó el carácter autoritario del régimen, sostenido desde 1971 mediante un vasto aparato de seguridad que reprimió con dureza las disidencias. El diario británico destacó cómo, tras la huida de Assad, se registraron celebraciones en localidades como Daraya, donde ciudadanos derribaron estatuas que simbolizaban décadas de opresión. Sin embargo, el medio señaló las divisiones internas entre los grupos rebeldes y las tensiones étnicas y religiosas como factores que complican la reconstrucción política de Siria.
Por su parte, la BBC recordó que el conflicto, originado en 2011 con protestas en Daraa, derivó en una guerra civil que dejó más de medio millón de muertos y millones de desplazados. El medio británico resaltó el sentimiento de alivio de gran parte de la población tras la caída del régimen, aunque advirtió que persisten temores sobre el rumbo que tomará el país.
En su análisis, The Economist hizo hincapié en la rapidez del colapso del régimen durante la ofensiva rebelde liderada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS). En menos de dos semanas, los insurgentes tomaron Alepo y llegaron a las afueras de Damasco, obligando a las fuerzas del régimen a replegarse a la costa. Según el medio, la ofensiva fue resultado de una coordinación estratégica de los rebeldes, aunque alertó sobre los desafíos que enfrenta HTS para gobernar un país profundamente diverso y marcado por el conflicto. Además, destacó que la retirada del apoyo militar ruso e iraní precipitó el fin del gobierno de Assad, mientras que Moscú llegó a recomendar la evacuación de sus ciudadanos antes del 7 de diciembre.
The Telegraph: una victoria que podría traer nuevos desafíos
El británico Telegraph adopta un enfoque cauteloso, señalando que, aunque el régimen de Assad ha caído, la guerra civil podría no haber terminado. El medio alerta sobre las posibles consecuencias de una transición violenta en un país ya devastado por 13 años de conflicto.
Según el artículo titulado “Por qué el próximo giro en Siria podría traer mayores horrores que Assad”, “lo que está claro es que el dial de la historia está cambiando de nuevo en Oriente Próximo”, con implicaciones significativas para el panorama geopolítico regional.
Las consecuencias más inmediatas afectan a Irán y Rusia, quienes pierden a su principal aliado árabe. Como señala Mohammad Ali Abtahi, ex vicepresidente iraní, este es “uno de los acontecimientos más significativos de la historia de Oriente Próximo”, que debilita sustancialmente la red de apoderadores de Irán en la región. Rusia probablemente perderá sus bases militares estratégicas en Tartus y Hmeimim.
Un actor clave en esta transición es HTS. A pesar de sus antecedentes controvertidos, Jolani ha intentado moderar su imagen, tendiendo “la mano a Irán e Israel, así como a las nerviosas minorías alauita y cristiana de Siria, para asegurarles que la transición de poder sería ordenada”. Hasta ahora, el temido baño de sangre no se ha materializado.
Sin embargo, el futuro sigue siendo incierto, según el diario favorito por la realeza británica. Mientras algunos, como Mazloum Abdi, comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias, ven “la oportunidad de construir una nueva Siria basada en la democracia y la justicia”, el artículo advierte que múltiples facciones armadas buscarán asegurarse un lugar en la nueva estructura de poder. La postura de no intervención de Donald Trump añade otra capa de complejidad, resumida en su declaración: “Esta no es nuestra lucha. Dejemos que se desarrolle. No nos involucremos”. Como concluye el artículo, “la rebelión de 13 años contra Bashar al-Assad puede haber terminado. La guerra civil siria puede que no.”
Corriere della Sera: un golpe para los sueños imperiales de Putin
El italiano Corriere della Sera analiza las implicaciones de la caída del régimen sirio para Rusia. Según el medio, la pérdida de Siria simboliza un revés significativo para las ambiciones geopolíticas de Vladimir Putin, quien había mantenido al régimen de Assad como un baluarte de la influencia rusa en el Mediterráneo.
“Siria ha sido la base avanzada de la presencia rusa en el Mediterráneo desde la época de Hafez Assad. El imperio zarista pretendía controlar Estambul y el Bósforo para garantizar a su flota del Mar Negro el libre acceso a las principales rutas marítimas. La Unión Soviética lo compensó construyendo sus bases en Siria. Y no sólo eso: generaciones enteras de militares y estudiantes, hijos e hijas de las clases dirigentes sirias, se formaron en academias y universidades rusas. Hoy todo esto ha desaparecido”, escribe el diario milanés.
El artículo compara esta derrota con los desafíos que enfrenta Rusia en Ucrania, sugiriendo que la capacidad militar de Moscú está sobreextendida. La salida de Assad también evidencia la debilidad de sus otros aliados regionales, como Irán y Hezbolá, quienes no han podido sostener la lucha.
The Times of Israel: Israel se atribuye crédito por el colapso del régimen sirio
El diario israelí en inglés destaca las afirmaciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien dijo que Israel jugó un papel crucial en los eventos que llevaron a la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria. Durante una visita al monte Bental, en la frontera entre Israel y Siria, Netanyahu declaró que esta es “una jornada histórica para Oriente Medio” y atribuyó la derrota de Assad a los golpes que Israel ha infligido a Irán y Hezbolá, aliados clave del régimen sirio.
Netanyahu señaló que la zona buffer establecida en 1974 tras el Acuerdo de Separación de Fuerzas ha colapsado, y ordenó al ejército israelí tomar control de la región para evitar la instalación de fuerzas hostiles cerca de su frontera. Además, destacó que Israel continuará brindando ayuda humanitaria a civiles sirios bajo un enfoque similar al implementado durante la guerra civil siria.
El premier también reconoció los riesgos que implica el vacío de poder en Siria, aunque aseguró que este cambio podría representar una oportunidad para fortalecer la seguridad israelí y disminuir la influencia iraní en la región.
Jerusalem Post: Un cambio geopolítico con implicaciones para Israel
El Jerusalem Post destacó en un editorial que la caída de Assad representa tanto una oportunidad como un desafío para Israel. Según el medio, el régimen sirio, que había sido una pieza central en la estrategia de Irán y Hezbollah para amenazar a Israel, se desmoronó en gran medida debido a las acciones militares israelíes, como la Operación Northern Arrows.
El periódico subrayó que la ofensiva rebelde que llevó al colapso del régimen fue posible gracias al debilitamiento de Hezbollah e Irán, dos de los principales aliados de Assad, que han enfrentado derrotas significativas en los últimos meses. Sin embargo, advirtió que los grupos rebeldes incluyen facciones alineadas con al-Qaeda y otros islamistas respaldados por Turquía, lo que podría generar nuevos desafíos para la seguridad regional.
Israel, según el editorial, debe permanecer alerta ante dos posibles amenazas: la proliferación de armas químicas en manos de extremistas y la presencia masiva de tropas iraníes en Siria. Ambas serían líneas rojas que obligarían a Israel a tomar medidas inmediatas para proteger su seguridad nacional.
El análisis de FAZ: proyecto de poder ruso frustrado
En un artículo, la Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) destacó que el régimen de Assad, apoyado firmemente por Rusia, logró mantenerse a flote durante años a través de una serie de maniobras militares y políticas. La intervención rusa en 2015, que incluyó el despliegue de tropas y bombardeos estratégicos, fue clave para evitar la caída de Assad y fortalecer su control sobre el país. Según FAZ, la caída de su régimen marca un fracaso para el proyecto geopolítico de Moscú en Siria, que había apostado por sostener a su aliado mediante una presencia militar y económica sólida.
La ofensiva islamista liderada por HTS, que aprovechó las debilidades del régimen, refleja la complejidad del conflicto sirio, donde distintos actores internacionales e internos han jugado roles antagónicos y, en muchos casos, impredecibles. FAZ subraya que la salida de Assad no solo afecta a Siria, sino que representa un retroceso para la influencia de Rusia en el Medio Oriente, pues su capacidad para evitar el colapso del régimen sirio era vista como un indicativo de su poder y alcance en la región.
Según FAZ, la derrota de Assad representa una oportunidad para que otras potencias, como Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía, influyan en el futuro de Siria. Sin embargo, la situación sigue siendo incierta, y la reconstrucción del país podría enfrentarse a obstáculos insuperables si no se logra establecer una solución política inclusiva.
Le Monde: un giro inesperado en la guerra siria
Por su parte, el diario francés Le Monde ofreció una perspectiva diferente al analizar los factores que llevaron a la caída del régimen de Assad. En su análisis, Le Monde enfatiza que, más allá de la intervención de HTS, la principal causa de la debilidad del régimen de Assad radica en la creciente desestabilización interna y el desgaste de su base de apoyo. En un país que ha sufrido años de destrucción, desplazamiento masivo y una crisis económica devastadora, el régimen de Assad perdió el control de importantes sectores de la sociedad y de su aparato militar.
Según Le Monde, la caída de Assad también pone en evidencia la fragilidad de las alianzas internacionales que mantuvieron su régimen en pie. Si bien Rusia e Irán jugaron roles cruciales en la resistencia del gobierno sirio, la dinámica de poder en la región ha cambiado. La intervención de HTS y otros grupos islamistas refleja la creciente fragmentación de Siria, con actores locales que ahora juegan un rol más determinante en el futuro político del país.
El análisis de Le Monde también destaca que la caída del régimen no será necesariamente sinónimo de estabilidad para Siria. La situación en el país sigue siendo extremadamente volátil, y el vacío de poder dejado por Assad podría dar paso a nuevos conflictos y luchas por el control del territorio, lo que mantendrá a Siria sumida en la inestabilidad durante años más.
Para Le Monde, la intervención de actores como Irán y Rusia en la región no puede ser ignorada, ya que han mantenido un control significativo sobre los desarrollos en Siria. A pesar de la caída de Assad, ambos países continuarán teniendo intereses estratégicos en Siria, lo que podría dar lugar a nuevos acuerdos o enfrentamientos, según cómo evolucionen los acontecimientos.
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