Al menos cuatro países de Centroamérica —Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamás— han emitido alertas sanitarias ante la confirmación de más casos de gripe aviar en aves domésticas y silvestres. Nicaragua es una de las naciones que aún no reporta contagios, pero ya ejecutan medidas preventivas, según el Gobierno.
La vocera estatal y vicepresidenta, Rosario Murillo, anunció la próxima semana realizarán un simulacro de campo en Granada, donde hay granjas avícolas. Participarán todas las instituciones que tienen ver con “la seguridad alimentaria y la seguridad”.
En este simulacro coordinarán “las acciones y actividades a implementar por parte de todas las instituciones de Gobierno y del sector privado, para prevenir y mitigar el impacto económico” en caso de detectar casos de gripe aviar, dijo Murillo.
En febrero pasado, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) de Costa Rica informó que Nicaragua había prohibido la exportación de productos avícolas desde ese país. Una medida que también emuló Honduras. Sin embargo, desde el pasado 7 de marzo se reanudaron las exportaciones.
La decisión se tomó después que Costa Rica “recuperara el estatus de ausencia de influenza aviar en aves domésticas, con base en lo establecido en la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA), cuya normativa indica que un país o territorio puede recuperar su estatus sanitario 28 días después de la finalización de las operaciones de limpieza y desinfección en la explotación afectada”, dijo el Senasa en un comunicado.
El Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) de Nicaragua afirmó que desde el 22 de diciembre de 2022 han realizado más de 1600 visitas a granjas de pollo del país como parte de la vigilancia que se ejecutan.
¿Qué es la gripe aviar?
La gripe aviar es una enfermedad infecciosa que afecta a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae. Según describe la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hay dos tipos: el de baja patogenicidad que puede causar una enfermedad leve que pasa desapercibida o sin la presencia de síntomas.
Mientras, el tipo “altamente patógeno” (H5 y H7) causan una enfermedad grave en las aves, que puede propagarse rápidamente y produce altas tasas de mortalidad en diferentes especies de aves. De este tipo hay cepas que tienen la capacidad de infectar a los seres humanos.
En los últimos 20 años se tienen registro de 868 infecciones de gripe aviar en humanos y 457 muertes. En 2023, ya se reportan dos casos de gripe aviar: uno ocurrió en una niña ecuatoriana de nueve años, y una menor de Camboya de 11 años, que falleció por esta causa en febrero.
“Desde que el A(H5N1) apareció por primera vez en 1996, solo hemos visto transmisiones excepcionales y no sostenidas en el tiempo a los humanos y entre los humanos. Pero no podemos dar por sentado que seguirá siendo así. Debemos prepararnos para cualquier cambio en el statu quo”, advirtió el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, a finales de febrero,
La transmisión a humanos se da principalmente por la cercanía con aves infectadas o la manipulación de estas. Los síntomas varían desde leves hasta complicaciones que pueden provocar la muerte, detalla la OPS. Entre estos:
- Fiebre
- Tos
- Neumonía grave
- Síndrome de dificultad respiratoria
- Shock
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