El candidato de izquierdas, Gustavo Petro, trata de conseguir apoyos de otros partidos y signos políticos de cara a la última semana y su objetivo de ganar en primera vuelta el 29 de mayo.
EFE
Este lunes sumó a su candidatura a Luis Ernesto Gómez, ex secretario de Gobierno de la Alcaldía de Bogotá, que renunció este mismo fin de semana después de decir que “Colombia está, una vez más, en un cruce de caminos” y que “la coherencia” le llevaba a tomar esa decisión.
“Hace cuatro años, en segunda vuelta presidencial, acompañé a Gustavo Petro con la convicción de que no podemos hacer trizas la paz”, aseguró Gómez en un anuncio junto al candidato de izquierdas, en el que aseguró que ahora que “está claro que la guerra volvió” se une en primera vuelta.
Gómez era uno de los hombres fuertes de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien ha sido una de las férreas críticas de Petro, ya que por su formación apoya al candidato de centro, Sergio Fajardo, aunque no lo puede hacer implícitamente porque la ley colombiana prohíbe a cualquier cargo electo pronunciar su favoritismo electoral.
RASCAR EL CENTRO
Junto a Gómez, se han sumado a la candidatura del Pacto Histórico “dos de las mayores votaciones del país”, como los definió Petro, los congresistas electos por la Alianza Verde el pasado 13 de marzo, Catherine Juvinao y Duvalier Sánchez.
Esto escenifica de nuevo la fractura del movimiento verde en el país, del que una parte se sumó desde el principio de la carrera presidencial de la mano del exgobernador de Nariño, Camilo Romero, quien concurrió contra Petro en las consultas del partido y lo sigue apoyando.
El resto del movimiento verde está en la Coalición Centro Esperanza, que tiene como candidato a Sergio Fajardo, que actualmente apenas recaba el 5% de intención de votos en las encuestas.
Fajardo, que quedó tercero en la liza en 2018 y al que se le criticó por no decantarse por ningún candidato, aunque comparta muchas de las propuestas sociales y de paz con Petro.
Petro, a quien la última encuesta de Invamer le sitúa 13 puntos por encima del segundo, Federico Gutiérrez, trata en esta ocasión de mostrar una propuesta más abierta, saliendo de su posición ideológica más hacia la izquierda y donde quepan más fuerzas para así poder ser elegido presidente en primera vuelta el próximo domingo, una hazaña que solo ha logrado su némesis, Álvaro Uribe, en las dos ocasiones en las que se presentó, 2002 y 2006.
En ese sentido, al principio de su carrera intentó ganarse el favor del expresidente César Gaviria, presidente del Partido Liberal, que finalmente acabó apoyando a su rival de derechas “Fico” Gutiérrez, aunque una vez más parte de los “liberales” están decididos y desde la campaña aseguran que casi todas las bases de este partido tradicional apoyan a Petro.
Otro de los fichajes estrellas del candidato fue el nombramiento de Alfonso Prada como jefe de debate, ya que fue el secretario de Presidencia del expresidente Juan Manuel Santos, lo que se vio un gesto de apoyo de parte del “santismo”, aunque el exmandatario no se ha pronunciado aún.
Petro también ha conseguido apoyos de sectores más decantados hacia la izquierda como el sindicato de profesores Fecode y como ahora, con la Alcaldía de Bogotá, en Medellín, uno de los feudos uribistas de derechas, algunos altos cargos también han dimitido para sumarse a su campaña.
De hecho, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, fue suspendido por la Procuraduría hace unas semanas después de supuestamente haberse pronunciado a favor de Petro, al publicar un mensaje en sus redes sociales pidiendo “el cambio en primera”.
Petro podría conseguir ser el primer mandatario de izquierdas en Colombia y se juega esa opción contra “Fico” Gutiérrez, exalcalde de Medellín y candidato del Equipo por Colombia, y contra el populista Rodolfo Hernández, quien ha subido notablemente en las últimas encuestas.
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