La tensión que tiene lugar en Bielorrusia luego de las cuestionadas elecciones presidenciales aumentó este martes, con acciones y declaraciones cruzadas entre distintas potencias mundiales. Por un lado, el Reino Unido y Canadá anunciaron la imposición de sanciones contra el régimen de Alexandr Lukashenko, mientras por otro que el presidente ruso Vladimir Putin denunció “presiones externas sin precedentes”.
Las medidas de Londres y Ottawa alcanzan a ocho responsables bielorrusos, incluido Lukashenko. Están fundamentadas en la represión al movimiento de protesta contra el considerado como el “último dictador europeo” en la ex república soviética, que ha salido a las calles en reiteradas ocasiones desde los comicios del 9 de agosto y ha congregado más de 100.000 personas los domingos. Las protestas han sido brutalmente reprimidas por las fuerzas del régimen y miles de personas detenidas.
“Pediremos cuentas a los responsables de la brutalidad desplegada contra el pueblo bielorruso y defenderemos nuestros valores de democracia y derechos humanos”, afirmó al respecto el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab. Además, indicó, ninguna de las dos naciones aceptan “los resultados de la elección amañada” en la que Lukashenko se proclamó vencedor con el 80 por ciento de los votos.
De viaje en Lituania, el presidente francés Emmanuel Macron se reunió el martes con la líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya -quien se exilió allí luego de los comicios- y recordó que la Unión Europea (UE) también prepara medidas punitivas.
“Europa está en situación de presionar, mediante sanciones que tomaremos en los próximos días y las próximas semanas”, declaró el presidente francés en un debate con los estudiantes en la Universidad de Vilna.
Poco antes, el jefe del Estado francés explicó que daría su apoyo a “toda la sociedad civil” contra el presidente Lukashenko, que no es reconocido por la UE, Canadá, Estados Unidos, pero cuenta con el apoyo de Rusia.
Macron reclamó una mediación internacional para organizar nuevas elecciones, controladas por la comunidad internacional. “Haremos todo lo posible para ayudar en la mediación”, señaló Macron, haciendo referencia a una propuesta de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Transición pacífica
“El objetivo es una transición pacífica, la liberación de las personas que están en prisión por sus opiniones políticas y la realización de elecciones en un contexto libre, bajo supervisión internacional”, añadió.
El presidente francés también visitó la base de la OTAN de Rukla, donde están desplegados 1.200 soldados de la alianza, incluidos 300 franceses. “La seguridad se juega también aquí, en los confines de Europa. Gracias por proteger nuestras fronteras comunes”, dijo Macron a los militares.
La reunión de este martes con Macron ha sido el apoyo diplomático más importante para Tijanóvskaya desde la elección impugnada.
La opositora ya se había reunido con los ministros de Relaciones Exteriores de la UE y dirigentes de Polonia y Lituania, dos Estados vecinos de Bielorrusia.
“Lo antes posible”
Una novata en el mundo de la política, Tijanóvskaya, cuyo marido permanece en prisión en Bielorrusia acusado de intentar derrocar al gobierno, señaló a la AFP que aceptó una invitación para hablar ante el parlamento francés.
Aseguró que la crisis debe ser resuelta “lo antes posible” y para ello deben organizarse nuevas elecciones libres y equitativas antes de fin de año.
Macron “apoya la idea de la mediación, puesto que entiende que los países poderosos deben implicarse para comenzar las negociaciones con Lukashenko. Está dispuesto a aportar su ayuda en este punto”, destacó la opositora.
“Creo que hablará sobre Bielorrusia con la parte rusa y hará todo lo posible para involucrarla en estas negociaciones”, añadió.
Macron cree que el presidente Putin, principal aliado de Lukashenko, está a favor de la mediación de la OSCE. No obstante, el presidente ruso señaló este martes que Bielorrusia se encuentra en una “situación difícil” y sufre “presiones externas sin precedentes”.
El líder del Kremlin dijo que Moscú está preparada para estar junto a Minsk, describiendo sus vínculos como “atemporales y resistentes a cualquier intemperie”. Putin prometió a brindar asistencia en materia de seguridad a Bielorrusia y acordó un préstamo de 1.500 millones de dólares (unos 1.280 millones de euros
Por Laurence Benhamou y Vaidotas Beniusis (AFP)
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.