La empresa griega Delta Tankers manifestó su intención de facilitar los documentos que se necesitan en la investigación sobre el derrame de crudo venezolano en costas brasileñas.
El buque Bouboulina había zarpado de Venezuela en julio con un cargamento de petróleo con destino a Malasia. Las autoridades brasileñas identificaron a la nave como la posible causante del desastre ecológico.
Delta Tankers negó «toda responsabilidad» en esta catástrofe ambiental. Consideró que no había «pruebas» de fuga en el petrolero, que llegó al puerto malasio de Melaka, el 4 de septiembre.
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«Una investigación completa realizada con cámaras, datos y grabaciones mostró que no hay ninguna prueba de fuga, de transferencia de buque a buque, de vertido, de pérdida ni de retraso del Bouboulina», argumentó la compañía.
La empresa recibió un carta de las autoridades brasileñas solicitando información sobre el itinerario del buque.