El Gobierno colombiano y la Alcaldía de Bogotá anunciaron este martes la construcción de la segunda línea del metro de la capital del país, cuyo primer tramo no ha salido del papel pese a los históricos problemas de movilidad de la ciudad.
EFE
Según confirmó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, esta segunda línea será subterránea y comenzará en la localidad de Chapinero, donde se conectará con el primer tramo, y atravesará las localidades de Barrios Unidos, Engativá y Suba, algunas de las más pobladas de la ciudad.
El proyecto, que costará aproximadamente 13 billones de pesos (unos 3.450 millones de dólares de hoy), tendrá una extensión de 15,8 kilómetros y beneficiará a cerca de 2,5 millones de ciudadanos, así como podrá generar más de 5.000 empleos directos durante su construcción.
«Son 16 kilómetros para honrar nuestro compromiso con el cambio climático, con el desarrollo sostenible, que reemplazarán miles de buses contaminantes que le hacen desperdiciar aire, calidad de vida y tiempo a nuestros ciudadanos», aseguró López durante la presentación del trazado.
El segundo tramo tendrá 11 estaciones, ocho de ellas bajo tierra, y se estima que su operación comience en el 2030, con 23 trenes de seis vagones cada uno que movilizarán a cerca de 45.000 pasajeros por hora en cada sentido y supondrán alrededor de un millón y medio de viajes diarios.
«En año y medio hemos logrado lo que normalmente se había logrado en una década y podemos decirle a todos los ciudadanos de Bogotá que hoy nace el proyecto de la segunda línea del metro de la ciudad generando una transformación estructural», anunció por su parte el presidente de Colombia, Iván Duque.
UNA PROMESA DE MÁS DE MEDIO SIGLO
El pasado 20 de octubre la Empresa Metro de Bogotá (EMB) firmó el acta de inicio de construcción de la primera línea de este sistema, que será elevada y también demandará una inversión cercana a los 13 billones de pesos.
Un mes después la Alcaldía de Bogotá y varios funcionarios del Gobierno nacional presentaron el proyecto de ampliación del metro de la ciudad, con el que esperan descongestionar varias de las principales vías de la capital.
La EMB cerró el proceso de licitación de la primera línea en octubre de 2019.
Sin embargo, la construcción del primer tramo no ha comenzado y Bogotá, con casi ocho millones de habitantes, sigue siendo la única gran ciudad latinoamericana que no cuenta con un metro pese al caos vial diario.
El concesionario al que le fue adjudicada la primera fase de la obra es la firma Metro Línea 1 SAS, conformada por China Harbour Engineering Company Limited y Xi’An Metro Company Limited, que han participado en la construcción de los metros de Hong Kong, Singapur, Kuala Lumpur y Sidney.
Hasta ahora el único Metro existente en Colombia es el de Medellín, capital del departamento de Antioquia (noroeste), que comenzó sus operaciones el 30 de noviembre de 1995 y cuenta con dos líneas.
La construcción del metro es una obra que Bogotá espera desde hace más de medio siglo, pero a pesar de que distintos alcaldes contrataron estudios técnicos y las controversias políticas y ambientales que ha causado su diseño, el sistema de transporte sigue siendo una de las principales demandas de los ciudadanos.