La administración Biden «en principio» apoya un proyecto de ley que le permitiría confiscar los activos rusos congelados en Occidente por valor de unos 300.000 millones de dólares, informó Bloomberg esta semana, citando un memorando del Consejo de Seguridad Nacional al Comité de Relaciones Exteriores del Senado, fechado en noviembre.
«El proyecto de ley proporcionaría la autoridad necesaria para que el poder ejecutivo se apodere de los activos soberanos rusos en beneficio de Ucrania«, explicó el organismo.
Sin embargo, existen temores de que la medida podría «manchar la reputación del sistema financiero estadounidense y provocar una huida del dólar«, así como desencadenar represalias por parte de Rusia, en el caso de la incautación de sus fondos bloqueados. Al mismo tiempo, EE.UU. quiere conseguir la aprobación de sus aliados del G7, particularmente en Europa, donde se mantienen cerca de 200.000 millones de dólares de los activos rusos congelados.
«Junto con nuestros socios del G7, estamos explorando todas las opciones consistentes con nuestros respectivos sistemas legales y el derecho internacional para ayudar a Ucrania a obtener una compensación de Rusia«, comentó el Departamento de Estado en un comunicado. En este contexto, una persona familiarizada con el asunto, que solicitó preservar su anonimato, reportó que es posible que el tema sea discutido en una reunión de líderes del grupo, prevista para el próximo mes.
Aunque la medida ya cuenta con apoyo bipartidista, algunos expertos advierten que confiscar los activos rusos «podría debilitar aún más el apoyo de países indecisos» por el conflicto entre Rusia y Ucrania, como la India, Brasil y Sudáfrica, y tensar aún más las relaciones entre EE.UU. y China. «Finalmente, el resto del mundo va a emitir un juicio sobre si se trata de un uso legítimo de la autoridad gubernamental estadounidense«, sostuvo Benn Steil, director de economía internacional del Consejo de Relaciones Exteriores.
«Va a ser abrumadoramente rechazado por los países que representan la mayoría de la población mundial. Incluyendo países a los que estamos tratando de acercarnos en muchas áreas», alertó.
La respuesta de Moscú
Por su parte, el portavoz de Kremlin, Dmitri Peskov, ha comentado el reporte de Bloomberg, indicando que Estados Unidos no notificó a Moscú sobre el apoyo de la administración de Joe Biden a la decisión de confiscar activos rusos. Según sus palabras, prácticamente no existen «canales de comunicación» entre las dos potencias.
«Por supuesto, estamos hablando de una declaración muy provocativa que anuncia la posibilidad de acciones ilegales en relación con nuestra propiedad, en relación con nuestros activos. Esto no puede no tener profundas consecuencias«, señaló Peskov en referencia a la información que contiene el artículo.
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