El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el domingo que Estados Unidos trabaja con sus aliados en Europa para estudiar la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo ruso en un esfuerzo por castigar aún más al país por su invasión no provocada de Ucrania.
“Cuando se trata de petróleo, petróleo ruso, ayer hablé por teléfono con el presidente y otros miembros del gabinete sobre exactamente el tema, y ahora estamos hablando con nuestros socios y aliados europeos para analizar de manera coordinada la perspectiva de prohibir la importación de petróleo ruso mientras se asegura de que todavía haya un suministro adecuado de petróleo en los mercados mundiales”, le dijo a Jake Tapper de CNN en “State of the Union”.
“Esa es una discusión muy activa mientras hablamos”, agregó Blinken.
Estados Unidos ya ha anunciado una serie de sanciones contra Rusia y el presidente Vladimir Putin desde la invasión no provocada de Ucrania por parte del país el mes pasado. Pero el paso sin precedentes de sancionar sus exportaciones de petróleo probablemente dispararía los precios, asestando un duro golpe a los consumidores de todo el mundo, ya que Rusia es el segundo productor de petróleo del mundo.
Aunque EE.UU. consume muy poco petróleo ruso (las importaciones de petróleo de Rusia se situaron en solo 90.000 barriles por día en diciembre), el mercado global interconectado significa que los choques de suministro en una parte del mundo pueden afectar los precios en todas partes.
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