El presidente estadounidense, Joe Biden, ha traslado al G7 «seguridad» sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con la oposición republicana y evitar que Estados Unidos entre por primera vez en su historia en una suspensión de pagos de su deuda soberana.
EFE
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reconoció este sábado que el tema de la deuda «definitivamente» ha suscitado interés entre los líderes mundiales reunidos desde ayer en Hiroshima para la cumbre del G7, que terminará el domingo.
“Aquí en el G7, los países quieren saber cómo se están desarrollando esas negociaciones y el presidente ha expresado seguridad en que podemos conseguir resultados para evitar un impago de la deuda», explicó Sullivan en una rueda de prensa en el centro de prensa de la Casa Blanca en Hiroshima.
Pese al interés en el G7 por la situación en Estados Unidos, Sullivan aseguró que los líderes no sienten «alarma», sino que están interesados en saber qué ocurre, ante lo que Biden se ha mostrado seguro de que pueden «conseguirse buenos resultados» en las negociaciones.
Biden tiene previsto volver a Washington el domingo para retomar en persona las negociaciones con la oposición republicana.
Estados Unidos nunca ha incurrido en un impago de la deuda nacional, pero cada cierto tiempo se asoma a esa posibilidad porque, a diferencia de otros países, su Ejecutivo solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de suspender ese techo según crea conveniente.
El límite actual, de 31,4 billones de dólares, fue alcanzado el pasado enero. Actualmente, el Gobierno está recurriendo a dinero en sus reservas para pagar las deuda que ha contraído, pero el Departamento del Tesoro estima que esas reservas se agotarán el 1 de junio, momento en el que EE.UU. entraría en suspensión de pagos.
Mientras el mandatario está en Hiroshima para el G7, las conversaciones entre la Casa Blanca y los republicanos han continuado en Washington con la intención de llegar a un acuerdo antes del 1 de junio.
Esas negociaciones se han topado con dificultades y se suspendieron durante unas horas el viernes tras una reunión sin avances significativos.
Sin embargo, el diálogo entre los republicanos y el equipo de Biden volvió a retomarse el viernes por la noche. A la salida de una reunión en el Congreso, que duró una hora y media, el negociador principal de los conservadores, el legislador Garret Graves, dijo que la conversación había sido «sincera».
Pese a la vuelta a las conversaciones, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, admitió este sábado en una rueda de prensa en Hiroshima que las dos partes tienen «serias diferencias» y las negociaciones no van a ser fáciles.
Biden, quien tiene hoy una agenda completa con su participación en el G7 y en la cumbre de la alianza de seguridad Quad, ha ido recibiendo de manera regular información sobre el estado de las negociaciones y sigue jugando un papel activo en las mismas, según Jean-Pierre.
Los republicanos, que controlan la Cámara Baja, quieren vincular la suspensión del techo de la deuda con recortes en programas de gasto público.
Mientras tanto, Biden ha dicho que no está dispuesto a hacer concesiones y que los republicanos deben garantizar que Estados Unidos puede pagar sus deudas, como hicieron anteriormente con presidentes republicanos como su antecesor, Donald Trump (2017-2021).
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