El primer ministro belga, Alexander de Croo, dijo este domingo que su Gobierno podría plantearse relajar las restricciones contra el coronavirus antes de marzo si el país baja de los 800 contagios diarios de media, la mitad de los que registra actualmente.
«Si las cifras bajan más y llegamos por debajo de las 800 infecciones al día, entonces algo debería ser posible», dijo el político liberal en una entrevista con el diario flamenco «De Zondag», preguntado por una posible relajación antes del 1 de marzo.
En lo «alto de la lista» de quienes podrían volver al trabajo si es el caso se encuentran las profesiones de contacto no sanitarias, como la peluquería, dijo De Croo, quien puntualizó que se podrían añadir otros grupos a la lista.
«¿La restauración? Estamos investigando si es posible. Lo que quiero evitar absolutamente es un efecto yoyó», afirmó.
Bélgica aplica desde mediados de octubre un toque de queda nocturno, restringe al mínimo los contactos sociales, mantiene cerrada la hostelería y el teletrabajo es obligatorio. No obstante, desde el pasado 1 de diciembre, se permitió que volvieran a abrir la mayoría de comercios no esenciales y los museos.
Ante la posibilidad de dos meses más de restricciones, el primer ministro recordó que el objetivo de las mismas es «evitar una tercera ola» porque esta «será incluso peor que la segunda».
«Diré más: no podemos gestionar una tercera ola», afirmó.
De Croo confió en que para finales de verano sea posible llevar una vida «algo normal» en Bélgica, para lo cual habría que haber vacunado hasta entonces al 70 % de la población, señaló.
En este sentido, el primer ministro belga atribuyó la lentitud de la campaña de vacunación, que comenzó el 28 de diciembre, a que Bélgica depende de la producción de la misma, como el resto de países europeos. «No podemos hacer más», dijo.
No obstante, añadió, otras vacunas podrían acelerar el proceso puesto que la que se está administrando ahora -la de Pfizer/BioNTech, la única aprobada hasta el momento en la UE- no impide que el virus siga contagiándose.
«Aquellos que reciben la vacuna no pueden enfermar, pero todavía pueden transmitir el virus. Es por esto que no podemos acabar inmediatamente con todas las reglas. Los que sean vacunados también deben cumplir con las medidas», dijo.
Bélgica registró una media de 1.600 contagios diarios en la semana del 24 al 31 de diciembre, un 30 % menos que en los siete días previos, y 69 fallecimientos, un 22 % menos, según los datos publicados este domingo por el Instituto de salud pública belga Sciensano.
Además, las hospitalizaciones bajaron un 6 % entre el 27 de diciembre y el 2 de enero, hasta las 148 diarias de media.
Sin embargo, los expertos advierten de que esta mejora de las cifras no debería celebrase en exceso puesto que durante el periodo navideño se han hecho menos test de lo habitual y muchas personas con síntomas pueden estar posponiendo las pruebas hasta que pase este fin de semana festivo.
EFE
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