El gobierno de Rusia corre el riesgo de perder su participación mayoritaria en Rosneft como resultado de la reciente venta de activos en Venezuela.
Por BBC
A última hora de la tarde del sábado 28 de marzo, Rosneft anunció el cierre de su negocio en Venezuela y la venta sus activos a una sociedad «100% propiedad del gobierno ruso», cuyo nombre no fue revelado.
Rosneftegaz, un holding propiedad del Estado ruso que tenía una participación en Rosneft de un 9,6% como parte del acuerdo con Venezuela, le habría pasado a la petrolera su participación como pago por sus activos en el país, según reporta la agencia de noticias Reuters, citando a una fuente anónima,
«Formalmente, el Estado ahora no tiene control», agregó la fuente.
Los expertos entrevistados por la BBC creen que en efecto la participación del Estado en la compañía cayó por debajo del 50%, pero en general esto no afectará la administración de la empresa, ya que el Estado seguirá siendo un mayor accionista.
Según analistas y fuentes cercanas a Rosneft, esto podría representar para la empresa una oportunidad de deshacerse de sus activos en Venezuela, un país que se encuentra desde hace varios años sumergido en una profunda crisis política y económica.
Una estrecha relación
Rosneft y Venezuela han mantenido durante muchos años a una relación cercana.
En 2013, el jefe de la petrolera, Igor Sechin, asistió al funeral del presidente Hugo Chávez, como parte de una delegación gubernamental.
Luego, ya bajo el mandato de Nicolás Maduro, Rosneft le hizo a Venezuela un préstamo de US$6.400 millones, que, hasta noviembre de 2019, el país sudamericano aún no había pagado.
Por su parte, Estados Unidos impuso sanciones contra varias filiales de Rosneft por sus negocios con Venezuela.
Según la agencia de noticias económicas Bloomberg, la transferencia de activos venezolanos al gobierno ruso protegerá a la empresa estatal de nuevas sanciones.
Y al mismo tiempo le permitiría a Moscú retener estos activos y continuar apoyando al dictador venezolano, Nicolás Maduro, y su retórica antiestadounidense, agrega el medio de comunicación.
¿Qué cambiará en Rosneft?
Oficialmente, la participación del Estado ha caído por debajo del 50%, explica Sergey Suverov, analista senior de BCS Premier.
Pero Moscú todavía retendrá el control real de la empresa «porque es el mayor accionista», explica.
Según el analista, es muy probable que Rosneftegaz todavía vote en el paquete que fue transferido a Rosneft, pues, incluso antes de esta transacción, Rosneftegaz ha tenido una gran influencia en las decisiones que se toman en la gigante petrolera.
Dmitry Marchenko, director senior del grupo de recursos naturales de Fitch, concuerda en que es poco probable que el mecanismo de toma de decisiones de Rosneft cambie.
Marchenko cree que, en asuntos estratégicamente importantes, la gerencia de la compañía continuará teniendo en cuenta la opinión de la figura principal: el presidente Vladimir Putin.
«En asuntos operativos la gerencia ya tenía un alto grado de autonomía», dice Marnchenko.
Solo Igor Sechin y sus asociados sabían de este acuerdo, le dijo la fuente de Rosneft al Servicio Ruso de la BBC.
Según esta persona, el gobierno no controlaba la compañía y esta decisión soluciona este problema de manera oficial.
Según reportaron expertos en el diario ruso Vedomosti, la gerencia de Rosneft, encabezada por Sechin, ahora tendría la oportunidad de nominar candidatos a la junta directiva de la empresa.
A Rosneft le complace hacerse a un lado
Rosneft le vendió al gobierno ruso sus participaciones en Petromonagas, Petroperija, Boquerón, Petromiranda y Petrovictoria, así como sus servicios petroleros.
«Rusia ha encontrado una manera de permanecer en Venezuela y proteger a los accionistas de Rosneft al mismo tiempo», le dijo una fuente cercana a la gerencia de la compañía a la BBC, quien prefirió permanecer en el anonimato, ya que no estaba autorizada a dar declaraciones.
«Los activos son administrados por una empresa conjunta de todas formas, por lo que Rosneft prácticamente no tenía control sobre las actividades y flujos de efectivo de PDVSA», prosigue.
La misma fuente asegura que Venezuela se verá en incluso peores condiciones económicas debido los precios actuales del petróleo, por lo que a Rosneft le complace hacerse a un lado.
Al mismo tiempo, supongo que todo el equipo permanecerá donde está», agregó.
«El nuevo propietario de los activos en Venezuela seguirá en todos los casos ondeando la bandera rusa en un país estratégico y le permitirá al gobierno actual de Venezuela permanecer en el poder durante algún tiempo».
Si tenemos en cuenta el costo de las acciones de una empresa estatal en la Bolsa de Moscú el 27 de marzo, podemos estimar que Rosneft recibió unos 308.000 millones de rublos (US$3.900 millones) por sus activos en Venezuela.
«En este momento, los activos venezolanos no valen nada: hay una profunda crisis política y económica en el país que solo empeorará debido a la caída de los precios del petróleo y la pandemia de coronavirus; además, se agregan riesgos de sanciones a todo esto», dice Marchenko.
«Probablemente la estimación no refleje el valor actual de los activos, sino la cantidad de inversiones realizadas», sugiere el analista.
Los proyectos en Venezuela no fueron rentables, asegura la fuente de la BBC en Rosneft.
Todos los activos venezolanos habrían generado pérdidas y Rosneft habría estado considerando venderlos desde principios de 2019, según reporta Argus Media, citando a un diplomático ruso en Caracas.
Igualmente, las condiciones laborales de los trabajadores de Rosneft en Venezuela empeoraron después de la introducción de las sanciones estadounidenses contra las filiales comerciales de TNK Trading International SA y Rosneft Trading en febrero y marzo.
Estados Unidos les impuso sanciones por continuar exportando petróleo venezolano.
Muchos funcionarios y varias compañías en Venezuela están bajo sanciones estadounidenses, las autoridades norteamericanas alegan violaciones graves a los derechos humanos perpetradas por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
«Para él, esto no cambia nada»
Según Argus, la venta de activos le permitirá a Rosneft evitar pérdidas y sanciones adicionales, mientras que el Estado ruso podrá preservar los activos a largo plazo.
Desde un punto de vista político, una disminución en la participación del estado en Rosneft no afectará la autonomía de Sechin, afirma la analista política Tatyana Stanovaya.
«Sechin es una persona que le sirve a Putin y es poco probable que haya algún cambio al respecto. Sechin siempre consideró a Rosneft como una compañía especial y siempre discutió con aquellos que afirmaban que era una compañía estatal», agrega Stanovaya.
«Él tiene un lugar especial y una misión especial. ¿Qué diferencia hace si las acciones cambian de manos? Para él, esto no cambia nada».
Después de la venta de sus activos en Venezuela, Rosneft podría esperar a que Estados Unidos cumpla su promesa y levante las sanciones, le dijo Mikhail Leontyev, portavoz de la compañía estatal, a la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
«Nosotros, como empresa pública internacional, hemos cumplido nuestras obligaciones con nuestros accionistas».
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