En la actualización oral a su informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Venezuela, Michelle Bachelet, denunció «los altos números de muertes de jóvenes en barrios marginados como resultado de operativos de seguridad».
Humberto Andrade| Primer Informe
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que su oficina registró entre los meses de junio y agosto 711 once muertes.
«Basado en un análisis de fuentes abiertas» el número total registrado de esos asesinatos a manos de las fuerzas represión del chavismo en lo que va de 2020 llega a 2.000 muertes, afirmó Bachelet.
El patrón de esas muertes sigue siendo el mismo, destacó. Tras ejecutar a las víctimas ya neutralizadas, los cuerpos de seguridad las roban y manipulan la evidencia para presentar los hechos como un enfrentamiento.
La mayoría de las víctimas de las FAES han sido ubicadas en barrios y zonas populares.
Represión y muerte en pandemia
La Oficina de la Alta Comisionada relató que continuó la represión de protestas pacíficas en el contexto del estado de alarma vigente desde marzo.
Destacó los arrestos de manifestantes que protestaban por los bajos salarios y pensiones, las deficiencias de servicios públicos y la escasez de gasolina.
«Registramos la muerte de dos manifestantes en Anzoátegui y Zulia, presuntamente cometida por fuerzas de seguridad».
Bachelet tabién se refirió a los ataques a la libertad de expresión con la aplicación de la Ley Contra el Odio, ataques en contra de defensores de derechos humanos y agresiones y detenciones de periodistas.
Igualmente, condenó el discurso estigmatizador de algunas autoridades que responsabilizan de introducir la COVID-19 en Venezuela, a los que retornan por cruces irregulares.
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