Los venezolanos que solicitan asilo político en España recibieron una excelente noticia hace cuatro meses: todos los refugiados a los que se les deniegue el asilo político obtendrán la residencia y el permiso de trabajo de forma inmediata. Pero ahora reciben una mala: quienes estén recibiendo ayudas económicas lo perderán todo en los próximos días.
Más de 50.000 venezolanos en España recibieron una excelente noticia en enero de este año: los solicitantes a los que se les haya denegado el asilo político entre 2014 y 2019 obtendrán automáticamente una residencia por razones humanitarias.
La medida beneficia a más de 50.000 venezolanos que podrán obtener una residencia y permiso de trabajo por un año prorrogable hasta dos. Con asentamiento y trabajo durante dos años, se abren numerosas oportunidades para la regularización definitiva. Se trata de un logro que ninguna otra nacionalidad (ni siquiera los refugiados de Siria que han llegado a Europa en masa en los últimos años) ha podido alcanzar. Es la vía para la regularización casi automática de, al menos, 50.000 venezolanos en España.
Pero el éxito para los refugiados venezolanos también tiene un lado oscuro y trágico, especialmente para los más vulnerables. Quienes estén recibiendo ayudas de alimentación o vivienda, perderán todos los beneficios.
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