Los venezolanos solicitantes de asilo en España acaban de recibir una buena y un mala noticia, de forma simultánea. La buena es que casi todos obtendrán el visado por razones humanitarias que les dará el permiso de trabajo por, al menos, un año. La mala es que quienes recibían ayudas como solicitantes de asilo, dejarán de percibirlas en los 15 días posteriores a la notificación. Deben abandonar los refugios en ese plazo y buscar un techo por su propia cuenta.
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Mirna, una venezolana de 36 años que vive con sus dos hijos en el refugio de Vallecas (Madrid), espera con temor el aviso que estos días le ha algunos de sus compatriotas: “tienes 15 días para abandonar el refugio”.
Mirna apenas cuenta con 150 euros de ahorros. Con eso, no podría pagar ni siquiera una habitación para ella y sus dos hijos de 12 y 14 años. Como todos los venezolanos en situación de acogida, agradece enormemente la ayuda recibida por parte del gobierno español, que gestiona directamente el refugio. Tienen garantizadas las tres comidas y los niños también reciben merienda. Y hasta participaron en un campamento de verano.
Es la realidad del llamado “Estado del bienestar” europeo, que procura la integración de los colectivos vulnerables. El Gobierno le paga algo más de 100 euros para gastos de transporte e higiene. Con ese dinero, estirando y ahorrando, Mirna, que ejercía como profesora en Maracay, pudo ahorrar los 150 euros. Pero ese dinero no es suficiente para buscar un lugar dónde vivir.
“Estoy muy agradecida, pero ahora estamos con una situación de estrés. En cualquier momento nos dicen que nos tenemos que ir y no tenemos para dónde. Con 150 euros no me llega ni para una habitación. Podemos quedarnos en la calle”, explica Mirna.
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Los venezolanos copan cada vez más plazas en los refugios en los que España atiende a perseguidos políticos y solicitantes de asilo y protección internacional. Más de 50.000 venezolanos han solicitado esta condición en los últimos 5 años.
El gobierno español ha concedido la residencia por razones humanitarias a los venezolanos que hayan solicitado asilo político. Con ella, tienen permiso de trabajo y residencia por un año, prorrogables a dos. Se trata de un logro jamás alcanzado por ninguna nacionalidad. Ningún país en situación de guerra había logrado obtener tal beneficio. Los venezolanos, simplemente por su procedencia, se ahorran el tránsito por el complicado camino de la burocracia para obtener la residencia.
Ahora también peligran las ayudas para los ancianos, los que se encuentran en tratamientos quirúrgicos, embarazadas o quienes no pueden trabajar de inmediato. Es el caso de Rosa (nombre ficticio), desde el estado Zulia con sus tres hijos al refugio de Vallecas. Tiene tres hijos y se encuentra con la tarjeta roja (la de solicitante de asilo político) vencida. El próximo 14 de agosto tendrá que presentarse para valorar su situación ante las autoridades españolas. Cree que le denegarán el asilo político y le darán 15 días para abandonar el refugio. “No sé qué voy a hacer porque no tengo a dónde ir con mis hijos, todos menores de edad”, explica.
El embajador de Guaidó pedirá ampliar el plazo
Quienes solicitan asilo político en España y han podido demostrar su situación de vulnerabilidad cuentan con techo, comida y ayuda para gastos básicos como transporte e higiene personal. Además, reciben cursos de formación para que puedan buscar trabajo en los próximos meses. Ahora, las ayudas se acaban y los grupos en situación de emergencia social han comenzado a moverse.
Unos 15 asilados del refugio de Vallecas han solicitado al ministerio de Empleo una “transición” para garantizar que las familias en situación de vulnerabilidad puedan pasar, sin traumas, de las ayudas del refugio a la completa independencia.
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Las familias también se han puesto en contacto con el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, que estudiará su situación, y con el embajador de Juan Guaidó, Antonio Ecarri.
El embajador explica que la aprobación del visado por razones humanitarias ha sido un gran logro de la comunidad venezolana, a la cual el gobierno español ha otorgado unas concesiones hasta ahora nunca vistas con ningún otro colectivo.
“El gobierno español nos está ayudando de forma clara y evidente. El visado humanitario es un gran paso para los venezolanos que han llegado a España en los últimos meses. Somos conscientes que hay persona en situación de vulnerabilidad, enfermos, embarazadas y personas mayores que tendrán dificultades para conseguir vivienda en tan corto plazo. Por eso hemos pedido, a través de Cancillería, que el Gobierno considere dar más plazo a estas personas para que puedan tener un período de transición”, explicó el embajador Ecarri al diario ALnavío.
Algunos centros de acogida y las ONGs están dando ayudas extraordinarias a los venezolanos que deben abandonar sus refugios y que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Con información de ALnavío