El Gobierno alemán dio luz verde hoy a la reactivación de las centrales eléctricas que funcionan con carbón y petróleo que forman parte de la reserva energética, como parte del paquete de medidas para ahorrar gas de cara al próximo invierno.
El Ministerio de Economía y Protección del Clima, a cargo del verde Robert Habeck, impulsor de la medida, subrayó que ésta es de carácter temporal y «no afectará» al «objetivo prioritario» de Alemania de completar el abandono del carbón para 2030.
La regulación, que entra en vigor mañana, permitirá a un total de 27 centrales que no estaban operando en estos momentos regresar al mercado eléctrico de forma limitada hasta inicios de la próxima primavera, en concreto hasta el 30 de abril de 2023.
No obstante, la reactivación está vinculada al decreto del estado de alarma que forma parte del Plan de Emergencia para el Gas, por lo que el levantamiento de éste implicaría que las centrales deberían desconectarse antes de la red.
8,5 gigavatios adicionales
Por una parte, 16 plantas a base de carbón y aceites minerales, que estaban desconectadas de la red pero formaban parte de la reserva podrán volver a funcionar -si los operadores así lo desean, ya que la medida es voluntaria- a partir de mañana, jueves, cuando la regulación entre en vigor.
Estas centrales, la mayoría de las cuales se concentran en el sur de Alemania, tienen según el Ministerio una capacidad instalada de 4,3 gigavatios para las plantas de carbón y 1,6 para las de aceites minerales.
A ellas deben sumarse 11 centrales de carbón que debían dejar de quemar de este material a partir de determinadas fechas en 2022 y 2023 como parte del proceso de descarbonización, que podrán prolongar ahora sus operaciones y pasarán a formar parte de la reserva.
Estas últimas cuentan con un rendimiento instalado de 2,6 gigavatios adicionales.
Según Habeck, la reactivación, posible gracias a la aprobación la semana pasada en el Parlamento de la nueva Ley de Centrales Energéticas de Reemplazo, permitirá ahorrar entre 5 y 10 teravatios hora de gas natural en Alemania y otros tantos en el resto de Europa.
«Queremos ahorrar gas ahora en verano para llenar nuestros depósitos de cara al invierno,» declaró el ministro, que ha explicado en varias ocasiones que para disponer de gas suficiente para suplir las necesidades de los hogares y la industria es necesario reducir el porcentaje que se emplea para producir corriente.
El 12,6 % del consumo de gas en Alemania se destinó en 2021 a la generación de electricidad, de acuerdo con la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Falta de Carbón y de personal
Sin embargo, según los medios alemanes, el plan para suplir el uso de gas para la producción eléctrica con la reactivación de las centrales de carbón presenta algunas dificultades, ya que las plantas no están preparadas para retomar las operaciones a corto plazo.
Así, algunos operadores han advertido que las centrales que debían ser desconectadas este año no disponen de las suficientes reservas de carbón o no pueden transportarlas con rapidez a las plantas debido a los cuellos de botella en el sector logístico.
En otros casos, falta personal cualificado para que las centrales sean capaces de operar a pleno rendimiento, puesto que en particular las que estaban ya desconectadas sólo cuentan con plantillas reducidas al mínimo.
Ello hace prever que, aunque las plantas estén autorizadas a retomar sus operaciones a partir de este jueves, las que decidan regresar al mercado no lo harán de inmediato y posiblemente no a pleno rendimiento.
Ahorro de gas a contrareloj
Más allá de la reactivación de las centrales de carbón, el Gobierno de Alemania ha adoptado medidas para facilitar y acelerar las importaciones de gas natural licuado (GNL), aunque debido a la necesidad de construir las infraestructuras necesarias, éstas tampoco surtirán efecto de inmediato.
Por ello, el Ejecutivo alemán bajo el mando del socialdemócrata Olaf Scholz está impulsando la reducción del consumo de gas en la industria, por ejemplo a través de un sistema por el que se compensará a las empresas que quieran renunciar a él durante unos meses.
Según datos del Gobierno, desde el inicio de la guerra de Ucrania, el pasado 24 de febrero, Alemania ha logrado restringir el consumo de gas en un 14 % en relación al mismo periodo del año anterior.
De acuerdo con Habeck, los depósitos de gas se están llenando a razón de un 1,3 o un 1,4 % al día, pero aún así el ministro afirma que es necesario prepararse para un corte completo del suministro de gas ruso a través del gasoducto Nord Stream 1, que en estos momentos no está operativo debido a las labores anuales de mantenimiento.
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