El Consejo de Ministros alemán aprobó este miércoles, de forma retroactiva, el envío de hasta 600 soldados a Afganistán para la operación de evacuación del país de sus nacionales y los colaboradores locales.
El Ejecutivo prevé que la operación se prolongue como máximo hasta el 30 de septiembre y que cueste hasta 40 millones de euros. El Bundestag (Cámara baja) debe ratificar la próxima semana esta decisión.
Según el texto aprobado, se trata de evacuar a «nacionales alemanes, personal de la comunidad internacional y personas designadas para su protección por las que Alemania tiene una responsabilidad especial», entre ellas «representantes de la sociedad civil afgana que precisen protección especial».
El documento argumenta la situación de «peligro» que supone para los potenciales evacuados la toma del poder por parte de los talibanes, que culminó este domingo con su inesperada y triunfal entrada sin oposición en Kabul.
Alemania ha logrado ya evacuar de Afganistán a unas 450 personas desde el domingo en cuatro vuelos y espera poder realizar otros tres a lo largo de este miércoles.
Los ciudadanos extranjeros están logrando llegar al aeropuerto de Kabul sin grandes problemas, no así los afganos, que son interceptados en el camino en los controles instalados alrededor del aeródromo por los talibanes, informó el Ministerio alemán de Exteriores.
El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, explicó en una rueda de prensa que Berlín está en contacto con los talibanes para que se permita abandonar el país a sus colaboradores locales, varios cientos de personas en total.
Para cumplir con los requisitos del derecho internacional, el acuerdo cita la autorización del Gobierno afgano depuesto para el despliegue de tropas extranjeras en su territorio.
EFE
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