La estrategia del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, de enviar miles de migrantes desde El Paso a otras ciudades, desencadenó críticas y acusaciones de caos por parte de los alcaldes de Denver y Chicago. La medida, que forma parte de una estrategia más amplia de los estados republicanos para redirigir a los migrantes hacia ciudades lideradas por demócratas, está generando tensiones entre los gobiernos estatales, locales y federales.
Por El Tiempo
Desde septiembre de 2023, cerca de 20.000 migrantes han sido enviados desde El Paso, principalmente a Nueva York, Chicago y Denver. Esta acción ha provocado la indignación de los alcaldes, quienes alegan que la llegada masiva de migrantes sin previo aviso está sobrecargando los recursos de sus ciudades y generando caos logístico.
El alcalde de Denver, Mike Johnston, expresó su preocupación en un comunicado, declarando: “Lo que no queremos es que la gente llegue a las 2 de la mañana al edificio de la ciudad y el condado con mujeres y niños afuera en un clima de 10 grados (-12 centígrados) sin apoyo”. Los alcaldes piden más apoyo federal para gestionar la llegada de migrantes y solicitan una respuesta coordinada para garantizar que estos lleguen a su destino final de manera efectiva y humanitaria.
Brandon Johnson, alcalde de Chicago, señaló la falta de estructura y coordinación en torno a la crisis humanitaria, culpando al gobernador Abbott de sembrar “semillas de caos”. Johnson expresó sus esfuerzos para establecer estructuras y coordinación para abordar la situación, pero destacó la obstinación del gobernador en continuar con su estrategia.
Alcaldes demócratas piden procedimientos regulares para camiones con migrantes
Los alcaldes afectados subrayaron la necesidad de que los autobuses que transportan migrantes sigan procedimientos regulares, aterrizando en estaciones y paradas de autobuses durante horas en las que el personal municipal pueda recibirlos adecuadamente. Mike Johnston de Denver afirmó: “Queremos que los autobuses hagan lo que hacen todos los demás autobuses y aterricen en una estación de autobuses y en una parada de autobús a horas en las que podamos tener personal allí para recibirlos y dirigirlos hacia los servicios”.
Las estadísticas revelan que se han enviado 159 autobuses con migrantes a Nueva York, 155 a Chicago y 133 a Denver. Cada migrante enviado tiene una notificación para presentarse ante un juez de inmigración federal en una fecha posterior, lo que complica aún más la situación y genera incertidumbre tanto para los migrantes como para las ciudades receptoras.
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