El reconocido actor Will Smith, de 53 años de edad, reconoció por medio de su nueva obra autobiográfica, Will, algunos aspectos de su infancia temprana que lo marcaron considerablemente hasta el día de hoy.
El Tiempo Colombia
La revista People logró sacar algunos extractos del nuevo libro del protagonista de Soy Leyenda, en el que se sincera sobre diferentes aspectos de su vida personal como la mala relación que tuvo durante gran parte de su vida con sus padres.
Sobre todo, debido a un incidente traumático que presenció de pequeño y que le dejó, según narra el medio citado, una gran herida durante muchos años.
Si bien resalta en el texto algunas particularidades positivas de su progenitor, existen algunos aspectos negativos que lograron calar fuertemente en el subconsciente de Will durante su adolescencia, incluso, en su etapa adulta llena de éxito.
“Mi padre era violento, pero también estuvo en cada obra de teatro y recital que daba. Era alcohólico, pero estaba sobrio en los estrenos de cada una de mis películas (…) Escuchó cada disco. Visitó todos los estudios. El mismo perfeccionismo intenso que aterrorizó a su familia fue por el que consiguió poner comida sobre la mesa todas las noches de mi vida”, mencionó el intérprete en su texto.
«Cuando ya no fuera un cobarde, lo mataría»
Aunque son aspectos un tanto positivos, Smith menciona que jamás en su vida olvidará el día en que la misma persona a la que elogió en la anterior cita se transformó en uno de sus martirios más profundos y sensibles de su carrera.
“Cuando tenía nueve años, vi a mi padre golpear a mi madre en un lado de la cabeza con tanta fuerza que se derrumbó. La vi escupir sangre. Ese momento en esa habitación, probablemente más que cualquier otro momento de mi vida, ha definido quién soy”, afirmó el actor.
La impotencia de no haber defendido a su madre aquel día es un sentimiento que lo carcome emocionalmente hasta el día de hoy. El también cantante de rap menciona que ese momento fue un acontecimiento que lo hizo pensar numerosas veces en vengar a su mamá de aquel “imperdonable” acto.
Ese sentimiento vengativo lo acompañó hasta su etapa adulta. En 2016, Willard Smith, padre del intérprete, fue diagnosticado con cáncer y los especialistas le daban solo algunas semanas de vida, por lo que el actor y sus hermanos debían estar al tanto de la salud de su progenitor.
“Una noche, mientras lo llevaba desde su dormitorio hasta el baño con cuidado, una oscuridad surgió dentro de mí. El camino entre esos dos lugares pasa por la parte superior de las escaleras. Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día vengaría a mi madre, que cuando fuera lo suficientemente mayor, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, lo mataría”, expresó el artista.
“Me detuve en la parte superior de las escaleras. Pensé que podría empujarlo y quitármelo de encima fácilmente”, confesó Smith aludiendo a sus intenciones de asesinar a su padre.
En ese preciso momento, según dice el actor, sus emociones no lo carcomieron, negó con su cabeza el acto y llevó a su padre al baño.
Finalizó diciendo que contar este tipo de cosas le quita una carga de encima, pues son emociones reprimidas que han estado merodeando su cabeza durante muchos años.
Will Smith se encuentra trabajando en un nuevo proyecto de Netflix junto con el aclamado director de cine David Leitch, quien ha sido el responsable de la dirección de largometrajes como: Dead Pool, Jhon Wick y Rápidos y Furiosos.
Según medios especializados, el protagonista del Príncipe de Bel Air ya se habría comprometido con Leitch para grabar Fast and Loose, un thriller como solo este director lo sabe hacer: lleno de suspenso, acción y aventura.
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