El universo Disney no requiere de mucha presentación, desde su creación, en 1923, todo lo que toca es oro: sus parques, sus personajes, sus películas y cada una de sus unidades de negocios.
La empresa californiana, que comenzó con un ratón animado, se convirtió en un imperio financiero sin techo y en el gigante de entretenimientos número uno del mundo. Y lejos de apagarse con los años, su llama está más viva que nunca gracias a su poder de reinvención: el lanzamiento de su propia plataforma de streaming y la reapertura de sus parques temáticos tras la pandemia de coronavirus.
Así fue como durante el el primer semestre de su año fiscal (no coincide con el calendario natural), la empresa ganó 1.574 millones de dólares (1.497 millones de euros), un 71 % más interanual. La facturación semestral ascendió a 41.068 millones de dólares, un 29% más respecto al mismo tramo del ejercicio anterior, de los cuales unos 28.200 millones correspondieron a su negocio mediático y el resto a sus parques y productos, según un comunicado que lanzó la compañía.
En el trimestre más reciente -de febrero a mayo-, ganó un 48% menos, hasta 470 millones de dólares (448 millones, en euros), y sus ingresos crecieron un 23%, hasta 19.249 millones (18.346, en euros), pese a que perdió 1.000 millones por la suspensión de las “licencias para contenidos de cine y televisión” que ofrecía anteriormente y que formaba parte también, de la identidad de la marca.
Pero todo muta y la forma en la que el mundo consume entretenimiento también, entonces surgió la necesidad de brindar su propio servicio de streaming. Disney Plus se lanzó en los Estados Unidos el 12 de noviembre de 2019, con rápida presencia en distintos países y con una premisa: dar pelea en un mercado muy competitivo donde ya se disputaban el liderazgo grandes como Netflix, Amazon Prime Video y HBO. Desde su creación, el crecimiento fue exponencial.
En los últimos tres meses, Disney Plus sumó 7,9 millones de suscriptores. El cómputo global de cuentas que se suman a los servicios de streaming de la compañía -incluidos ESPN+ y Hulu-, se sitúa en alrededor de 205 millones. El número genera expectativa, además, porque se produce en el mismo momento en que su principal competidor, Netflix, atraviesa su peor baja: perdió 200 mil suscriptores en el primer trimestre, la primera vez que ocurre en una década.
Tal es la preocupación que despiertan estas alzas y descensos, que desde Netflix evalúan tomar algunas medidas. Una de ellas, la de incorporar anuncios a sus producciones -aún no está confirmado que esto suceda-; la otra ya es una decisión tomada: pronto, no se podrán compartir las contraseñas.
Actualmente, la empresa de la N roja suma 222 millones de suscriptores en todo el mundo y se estima que 100 millones de hogares más usan una cuenta prestada. Si bien Netflix no dejó en claro cuántos ingresos espera generar con la ejecución de esta estrategia, sí pautó una posible fecha para el inicio de su plan para cancelar cuentas conjuntas: 2023.
Mientras tanto, en Disney siguen proyectando un año de estrenos de series y películas de producción propia. Con el antecedente de Encanto, el proyecto número 60 de los estudios de Walt Disney como faro de éxito, ya se están proyectando nuevos estrenos.
La película de Walt Disney Animation Studios, que llegó al streaming con la Navidad, marcó un antes y un después en su servicio de streaming. Este film de animación, inspirado y ambientado en Colombia, llegó a lo más alto: ganó el Oscar a la mejor película animada.
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