En una entrevista ofrecida al canal de YouTube de Luis Olavarrieta, la actriz Fabiola Colmenarez reveló detalles sobre su exilio en Estados Unidos, donde reside con su familia desde hace varios años.
Confesó que uno de sus mayores temores es que el día que muera no sabe dónde enterraran su cuerpo, ya que de hacerlo en Venezuela, su madre ni su hermano podrán ir por haber solicitado asilo político y tener prohibida la entrada a la nación.
“¿Quiénes van a estar ahí? Mis hijos no tienen pasaporte, los mayores, estoy negada a pagar $3.000 u 4.000 en un pasaporte porque es corrupción. Eso no cuesta en ninguna parte del mundo”, manifestó.
La exdirigente política aseguró que extraña Venezuela y que le gustaría regresar a ella, a pesar de que vendió todo para migrar. “Confieso que me da envidia, y es la palabra más cercana a lo que siento, cuando todo el mundo dice ‘cambió, todo está maravilloso’. Y me da envidia porque yo quiero estar ahí, quisiera constatar que eso es verdad, o tener la habilidad de engañarme y sentir que todo está bien, de hacerme la loca, pero no es mi naturaleza”, señaló.
“Al final del día mi familia es mi país, mi familia es mi piso. Desde que salí de Venezuela sufro de ataques de pánico. Un día mi cardiólogo, que está en Venezuela, me dijo que tenía un ataque de pánico, ‘te quitaron el piso, te quitaron el país, agarra una bolsita de papel y han pasado ocho años de eso y sigo con mi bolsita de papel de vez en cuando llega, ya reconozco los síntomas”, expresó.
Explicó que ella es “reactiva, crítica y aguda”, características que no le harían fácil convivir con la realidad que en estos momentos atraviesa la nación.
“Yo tengo un canal de noticias, que se llama VPI TV y estoy obligada a leer las noticias de Venezuela. Yo digo, ajá ¿cambió? Pero ¿sigue habiendo pobreza en Venezuela? ¿Sigue existiendo niños comiendo en la calle? ¿Siguen las mujeres en Vargas saliendo embarazadas precozmente? ¿Hay agua, hay luz, hay internet?”, cuestionó.
Colmenarez dijo que en varias oportunidades no ha podido hablar con sus familiares que siguen en Venezuela por fallas en el internet, la energía eléctrica o las telecomunicaciones. “¿Le llegó la foto? Les llega cuatro días después. Cuando tengo que compartir una clave de Netflix para que se puedan distraer un rato y entonces tú dices que no cambio. Sí me afecta después de ocho años sentir que hay como un acomodo de prioridades”, añadió.
Afirmó que existe un grupo de venezolanos que trata de sobrevivir a la situación y “crearon una burbuja cómodamente necesaria, además, sin juicio lo digo, para también darle lo que yo le estoy dando a mis hijos acá: una oportunidad, un sueño, un trabajo, un negocio, colegio. Pero la realidad es diferente”.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.