Con solo cuatro años de trayectoria musical, Salomón Ackerman (Caracas, 1994) ya trabaja en su segunda producción discográfica, titulada Porque me da la gana, de la cual el pasado jueves liberó su sencillo promocional, Te sigo esperando.
El tema fue presentado en el local diez 60 de los Palos Grandes en un evento íntimo, y vino acompañado del estreno de un videoclip grabado en una galería de arte en Maracay, en donde presenta una historia de desamor y pérdida, en un ambiente que pasa cuadros de Botero a un espacio negativo con luces de neón.
Ackerman se presentará igualmente mañana en el restaurante Pizpa de Altamira, a las 8:00 pm, en donde ofrecerá no solo esta nueva producción, sino también temas de su primer disco de 2017, titulado Un día antes.
«En este disco se trata de mantener la esencia a nivel de letras y de artefactos que se usan en lo lírico, pero sí se trató de cambiar totalmente el estilo musical. Traté de trabajar en un terreno nuevo como lo es la electrónica, los beats, de mezclar instrumentos análogos con secuencias digitales, y fue muy interesante», dijo.
Respecto a su primer trabajo, que estaba más en un tono de pop-rock lleno de colorido y alegría, Ackerman busca explorar letras más oscuras, «La idea de este segundo disco fue trabajar como por facetas emocionales y ciertos tipos de colores a través de cada tema», agrega.
El músico tiene planeado en el transcurso de los próximos seis meses liberar un tema mensual, antes de la publicación del disco, entre abril y mayo del próximo año. También empezará una gira regional que incluirá espacios como el Teatro Bar y La Quinta Bar, cuyas fechas anunciará en sus redes sociales la próxima semana.
«El disco se llama Porque me da la gana, porque no hubo una estructura definida en ninguna de las etapas: ni en la composición, ni en la producción. Podríamos empezar grabando unas cuerdas y terminar grabando la percusión, que es algo que no se suele hacer así a niveles de lo que eran las sesiones de composición. Se hicieron de una forma distinta a como usualmente se trabaja, como tratando de reinventarme y de innovar», señala.
Ackerman aprendió a cantar desde los seis años, bajo la tutela de Magadalena Frómeta, hija del famoso Billo. Aparte de su carrera como solista, también participará en la superproducción de Los Miserables, que se realizará en octubre en el Teatro Teresa Carreño, donde interpretará el papel de Courfeyrac, uno de los revolucionarios amigos de Marius.
«Mi sueño de toda la vida siempre fue quedar en un musical de evergudura, y este es uno de los m´ás grandes de la última década», resalta.