Robyn Crawford finalmente confirmó su romance con Whitney Houston, décadas después de los rumores sobre su relación. En sus nuevas memorias, Crawford de 58 años, habla sobre la amistad y el romance profundo que tenían.
Por Radar
“Queríamos estar juntas”, escribe Crawford. Las dos se conocieron cuando Crawford tenía 19 años y Houston tenía solo 17 años, pero a partir de ese momento, permanecieron inseparables.
En su libro, Crawford recuerda la primera vez que las dos tuvieron intimidad, “Un día, Whitney y yo estábamos pasando tiempo juntas y ella susurró: Pasaremos la noche en casa de Larry. En el departamento nos quitamos la ropa y por primera vez nos tocamos. Acariciarla y amarla se sintió como un sueño”, escribe.
“No compartimos lo que pasó esa noche con nadie. Tampoco estaba lista para renunciar a nuestra intimidad, aunque entendí lo difícil que podría ser en el negocio de la música”, recuerda Crawford.
Cuando Houston firmó un contrato discográfico con Clive Davis en 1982, le dijo a Crawford que su relación física tenía que terminar, incluso le regaló a su amiga una Biblia.
“Ella dijo que ya no deberíamos ser físicas”, escribe Crawford, “porque haría nuestro viaje aún más difícil y vivir ese tipo de vida significaría que iríamos al infierno. Además, si las personas se enteran sobre nosotras, usarían esto contra nosotras”, continúa Crawford, “y en los años 80 así era como se sentía”.
Crawford dice que a pesar que terminaron su relación física, ella todavía tenía sentimientos románticos y apasionados por Houston y se mantuvo a su lado durante su matrimonio con Bobby Brown. Incluso la madre del cantante pensó que su vínculo “no era natural”.
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Crawford recuerda la angustia que sintió cuando Houston se casó con Brown y se dio cuenta de que su amiga estaba en un matrimonio abusivo.
Cuando nació la hija de Houston, Bobbi Kristina, Crawford recuerda que la cantante continuó con su consumo de drogas y cayó en una espiral descendente aún más oscuro. Crawford trató de ayudarla, pero Houston se negó, diciendo que no estaba lista. Fue entonces cuando Crawford renunció a su trabajo como gerente de Houston y cortó lazos con ella.
Aunque todavía hablaban de vez en cuando, su amistad nunca volvió a ser la misma. En 2012, Crawford estaba cenando cuando se enteró de la muerte de Houston, “Sentí que se me rompían las entrañas”, escribe.
Ahora, siete años después de la muerte de Houston, Crawford espera “ponerse de pie y compartir a la mujer detrás del increíble talento”.
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