El mundo del espectáculo siempre ha estado asociado a la excentricidad, el lujo, la moda y también a la tragedia. Muchas grandes estrellas de Hollywod terminaron su vida de manera abrupta en accidentes horribles y, a veces, estúpidos.
Anton Yelchin
El popular actor ruso-estadounidense de cine y televisión, conocido por interpretar a Pavel Chekov en la serie de películas de reinicio de Star Trek, tuvo una de las muertes por accidente más absurdas de este listado, pues murió aplastado por su propio coche.
En la mañana del 19 de junio de 2016, Yelchin fue encontrado por unos amigos atrapado entre su automóvil y un pilar de ladrillos fuera de su casa en Studio City, California, en lo que fue descrito como un “extraño accidente”. Aparentemente, el actor salió de su automóvil y mientras se dirigía a la entrada de su casa, éste rodó hacia atrás y lo atrapó contra el pilar y una valla de seguridad, según reportó la cadena CNN.
Fue declarado muerto más tarde ese día a la edad de 27 años. La oficina del forense del condado de Los Ángeles identificó la causa de la muerte como “asfixia traumática contusa”.
Paul Walker
Fue la última tragedia de una estrella que conmocionó al mundo. El actor, modelo, piloto de carreras y biólogo marino estadounidense, conocido por su papel de Brian O’Conner en la película de acción The Fast and the Furious, murió justo a manos de la velocidad y los excéntricos vehículos que le dieron fama internacional.
La ironía de este caso es tan grande que hasta la fecha las diversas teorías sobre lo que pudo haber pasado siguen siendo controvertidas entre los fans de la saga taquillera de Hollywood, pues un sábado 30 de noviembre de 2013 en California, tras colisionar su vehículo y que este se incendiara a causa del gran exceso de velocidad, perdió la vida.
Siendo piloto de carreras en su personaje y basando toda su vida profesional justo en la velocidad y las carreras clandestinas, ese día él no fue quien tomó el volante que terminó con su vida. Tras colisionar su Porsche Carrera GT rojo contra un poste eléctrico y un árbol, al salirse en una curva, haciendo que su vehículo, conducido en ese momento por su amigo y socio Roger Rodas, con él de copiloto, se viera consumido por las llamas en poco tiempo todo terminó.
Como dato curioso, el color rojo en los vehículos ha sido asociado popularmente con la muerte y los accidentes, pues un gran número de casos reportados sobre este tipo de percances y fallecimientos trágicos han ocurrido en coches y motos con esta gama cromática.
Jayne Mansfield
El primer caso femenino de esta lista es protagonizado por una actriz, cantante y modelo estadounidense, que fue considerada uno de los principales símbolos sexuales de finales de los años 50: Jayne Mansfield. Ella protagonizó populares películas de Hollywood que siempre hacían hincapié en su cabello platinado, su opulenta figura y prominente busto, siendo parte de una popular imagen que en la actualidad es parte de un meme muy común en redes sociales -donde Sophia Loren la mira con envidia, mientras ella sonríe-.
La noche del 29 de junio de 1967, al estrellarse el automóvil en que viajaba con la parte trasera del remolque de un camión, en una autopista del estado de Luisiana, la popular intérprete perdió la vida con tan solo 34 años. Información pública confirmó que estaba acompañada por su chófer, por su último aparente amante -el abogado Sam Brody-, y por tres de sus hijos. Increíblemente, los tres adultos, que viajaban en el asiento delantero, fallecieron en el acto, pero, en cambio, los niños, al estar en el asiento trasero, solo sufrieron lesiones y heridas sin gravedad.
Grace Kelly
La realeza tampoco está exenta: aunque al casarse con el príncipe Raniero III se convirtió en la princesa consorte de Mónaco, su trabajo como actriz de cine estadounidense, que incluso le valió ser ganadora de un premio Óscar en la categoría Mejor Actriz por la cinta La angustia de vivir en el año de 1955, es el principal motivo por el que la lamentable muerte de Grace Kelly siga siendo recordada.
Los diarios nacionales e internacionales reportaron el 13 de septiembre de 1982, que Grace insistió en conducir -descartando a su chófer- de regreso a Mónaco, pues se encontraba en su casa de campo en Roc Angel; así sufrió un accidente al salirse de la vía el Rover P6 B 3500 S, una popular curva. Al igual que el caso de Mansfield, la actriz iba acompañada de su hija, Estefanía de Mónaco, quien sobrevivió.
James Dean
Como si de ironías está lista no se cansara, uno de los “rebeldes” más populares de la historia del cine murió justo por ser insubordinado. Considerado un ícono cultural de desilusión adolescente y de distanciamiento social, tal como se expresa en el título de su película más célebre, Rebelde sin causa, el querido Jim Stark llevó dicho personaje a su vida real.
El 30 de septiembre de 1955, a la edad de 24 años, el galán que robó suspiros tuvo un accidente automovilístico. El problema de esta historia es que está llena de teorías, pues la versión oficial ha sido contrapuesta con más de un documental realizado por importantes televisoras americanas, así como investigaciones personales de periodistas especializados y de renombre, por lo que lo ocurrido con su muerte es todo un misterio.
María Montez
¿Accidente o descuido? El caso de esta actriz destacada en la Época de Oro de Hollywood que fue de origen latino -pues nació un 6 de junio de 1912 en Barahona, República Dominicana– también ha causado gran indignación entre la comunidad artística, pues además de que fue una de las pocas latin girl que dio fuertemente la cara por los hispanohablante en el séptimo arte americano cuando estaba en su mayor esplendor, el reporte de cómo murió también fue absurdo.
Un baño con sales minerales a una temperatura demasiado elevada le provocó un infarto fulminante. Era el 7 de septiembre de 1951 y tenía 39 años.
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