La inflación de Brasil, acumulada en los últimos 12 meses, registra un 10,74 %, siendo la cifra más alta desde el 2003, según datos publicados este viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IGBE), el organismo a cargo de producir el índice de precios para el consumo general.
A nivel mensual, la entidad comunicó que la subida fue del 0,95 %, reflejando el aumento más pronunciado desde noviembre del 2015, cuando la inflación era del 1,01 %. Así, en lo que va del 2021, los aumentos de precios se ubican en el 9,26 %.
«El aumento fue impulsado por el transporte (3,35%), influenciado por los precios de los combustibles, principalmente la gasolina (7,38%), que volvió a tener el mayor impacto individual en el índice del mes», dice el comunicado del IGBE.
En el plano interanual, la gasolina acumula un incremento del 50,78 %, el etanol del 69,40 % y el diésel un 49,56 %, impactando en los costos del resto de la economía.
De esta forma, los aumentos acumulados del 10,74 % —comparado con noviembre del 2020—, están muy por encima de la meta establecida por el Banco Central, que aspiraba a lograr un 3,75 % este año. Estos datos preocupan a nivel interno, ya que se registra un desempleo superior al 12 %, pero también ponen en alerta a la región, en vista de se trata de la economía más importante de Sudamérica.
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