El domingo, la velocista olímpica bielorusa, Krystina Tsimanouskaya , se presentó en la Embajada de Polonia en Tokio, convirtiéndose en la última atleta olímpica en negarse a regresar a su país por miedo a su seguridad personal.
Por Claire Parker y Sammy Westfall | The Washington Post
Los Juegos Olímpicos han servido como lugares de protesta, plataforma para aislar regímenes discriminatorios y teatros para las tensiones de la Guerra Fría. Para algunos atletas y entrenadores, los Juegos también han ofrecido vías para la deserción.
“Los Juegos Olímpicos proporcionan una oportunidad muy atractiva para la gente que escapa de situaciones difíciles en cada, la mayoría de las veces de represión política”, dijo Barbara Keys, una historiadora de la Universidad de Durham.
Tsimanouskaya dijo que las autoridades olímpicas bielorusas intentaron forzarla a volar de regreso a Bielorusia después de que criticara a los funcionarios olímpicos del país. Ella buscó protección de las autoridades japonesas en el aeropuerto de Tokio el domingo en la noche.
Polonia le otorgó una visa humanitaria a la atleta, y ella volará a Varsovia el miércoles para buscar asilo, de acuerdo con Alexandre Opeikin, director ejecutivo de la Fundación Bielorrusa de Solidaridad Deportiva, un grupo opositor al gobierno bieloruso.
Juegos Olímpicos de Verano en Londres 1948
Marie Provaznikova dirigió al equipo de gimnasia femenil de Checoslovaquia a la victoria en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948. Pero el brillo de una medalla de oro avivó poco orgullo nacional en el presidente de la Federación Internacional de Gimnasia.
La entrenadora anunció el 18 de agosto de 1948 que pretendía buscar asilo en Estados Unidos.
A inicios de año, el Partido Comunista había tomado el control de Checoslovaquia con ayuda soviética. Poco antes de los Juegos Olímpicos de Londres, Provaznikova lideró a 28,000 gimnastas en una demostración de apoyo en Praga para apoyar al ex presidente Edvard Benes.
La Embajada checoslovaca dijo que el gobierno liderado por los comunistas en Praga había aprobado su decisión de permanecer en el extranjero, según un artículo The New York Times de aquel entonces. Pero Provaznikova dijo que ella era “una refugiada política y estaba orgullosa de ello”.
Ella se convirtió en la primera persona en desertar de unos Juegos Olímpicos, al menos en la era moderna, y nació una tradición.
Cuando Tsimanouskay dejó clara su intención de buscar asilo el domingo, la República Checa se ofreció a darle la bienvenida.
Juegos Olímpicos de Verano en Melburne 1956
Los Juegos Olímpicos del Verano 1956 en Melburne, Australia, se llevaron a cabo unas semanas después de que tanques y tropas soviéticas aplastaran un levantamiento en Hungría. Miles fueron asesinados y heridos, y cientos de miles huyeron del país.
El equipo olímpico de Hungría escuchó la noticia a través de la prensa después de aterrizar en Melburne, de acuerdo con The New Republic,, y muchos decidieron no regresar.
Las tensiones llegaron a un punto crítico en la semifinal de waterpolo entre Hungría y la Unión Soviética, conocida como el episodio de “sangre en el agua”. Las peleas estallaron entre los jugadores, y la estrella húngara de waterpolo, Ervin Zador, salió de la alberca con sangre brotando de la cabeza después de que un jugador soviético lo golpeara.
Docenas de atletas húngaros desertaron de los Juegos ese año, la mayoría para ir a Estados Unidos.
Algunos finalmente volvieron, de acuerdo con Sports Illustrated, incluso portando el uniforme de Hungría otra vez en los Juegos Olímpicos. Pero muchos permanecieron en su ciudad adoptiva.
Zador se encontró trabajando como salvavidas en Oakland, California, por seis dólares la hora antes de que finalmente abrir un restaurante y administrar un hotel. A pesar de las dificultades de adaptarse a la vida en una ciudad donde al principio no hablaba el idioma. Zadosr dijo antes de su muerte en 2012 que “no hubo un solo momento en el que se arrepintiera”, informó Sport Illustrated.
Munich 1972 y Montreal 1976
La ola de deserciones de atletas de la Unión Soviética y estados aliados continuó durante la década de 1970. Más de 100 atletas pudieron haber desertado de los Juegos de Munich en 1972, de acuerdo con Associated Press, aunque aun se conoce poco de ellos y el numero exacto sigue a debate.
“La deserción de los Juegos Olímpicos durante la Guerra Fría es casi un evento de medallas no reconocido”, dijo Key. Las autoridades del bloque soviético a menudo enviaban cuidadores para evitar que sus atletas y entrenadores se salieran de la línea, por lo que las deserciones generalmente requerían de una planeación cuidadosa.
En los Juegos Olímpicos en Montreal, al menos cuatro rumanos y un ruso pidieron asilo en Canadá.
El desertor ruso, Sergei Nemtsanov, era un buzo de 17 años cuando desapareció de la Villa Olímpica durante los Juegos. Las autoridades olímpicas soviéticas lo llamaron un “secuestro” y parte de una “campaña anti-soviética”, de acuerdo con los reportes noticiosos de la época. Amenazaron con retirarse los últimos dos días de los Juegos, pero finalmente decidieron quedarse y competir.
Para el buzo, parecía que la política no era el factor principal del juego: supuestamente desertó por amor a la hija de un millonario estadounidense que había conocido en una competencia de buceo en Florida el año anterior.
Canadá le otorgó una visa especial permitiéndolo extender su estancia. Pero pocas semanas después de su fuga de la Villa Olímpica, Nemtsamov decidió regresar a casa.
Juegos Olímpicos de Verano 2008 en Beijing
En periodo previo a los Juegos Olímpicos de 2008, después del empate 1-1 contra Estados Unidos, siete integrantes del equipo cubano de futbol sub-23 huyeron de un hotel en Tampa durante un torneo clasificatorio a las olimpiadas. Más adelante esa semana, el equipo de Cuba salió al campo con solo 10 jugadores, informó ESPN.
Los jugadores dejaron el hotel, compraron un teléfono, contactaron a un abogado y celebraron con una comida cubana, informó el Miami Herald, de acuerdo con ESPN. “Estamos bien, tranquilos, sintiendo esperanza por nuestras nuevas vidas”, dijo el jugador Yenier Bermúdez al Herald. “Por supuesto, estamos nerviosos porque somo jóvenes, no tenemos familia aquí, y aun no conocemos la forma de vida aquí, pero esperamos que las comunidades cubanas y estadounidenses nos ayuden a empezar”.
Luiz Muzzi, entonces gerente general del club Miami FC de la United Soccer League, dijo al Herald que vio el partido de Cuba-Estados Unidos en televisión mientras “era una especie de cazatalentos”, “porque cada vez que un equipo cubano viene a Estados Unidos, hay oportunidad de que alguien pueda desertar”.
Las deserciones de atletas de cuba, no solo fueron durante los Juegos Olímpicos, han sido comunes desde la Revolución Cubana de 1959. De acuerdo con DW, alrededor de 90 jugadores cubanos de baseball han desertado en Estados Unidos para jugar en los clubes de Ligas Mayores de Baseball.
Algunos de los futbolistas que desertaron en 2018, bajo la política que permitía a los cubanos obtener asilo al llegar a suelo estadounidense, pasaron a jugar a otros equipos. Midfielder Yordany Álvarez jugó con Austin Aztex, Orlando City y Real Salt Lake, según su perfil en las Ligas Mayores de Futbol.
Además, después de que cuba dominara el boxeo durante los Juegos de Atenas 2004, ninguno de los cinco campeones cubanos de boxeo volvieron para los Juegos de 2008 -tres desertaron y cuatro fueron retirados después de internar huir. El último también se retiró.
Juegos Olímpicos de Verano 2012 en Londres
En 2012, alrededor de una docena de atletas olímpicos africanos no volvieron a sus países de origen, y se sospecha que buscaron asilo en Gran Bretaña.
De los 37 atletas de Camerún que competían, siete desaparecieron, algunos de la Villa Olímpica en medio de la noche, – una portera del equipo femenil de futbol, un nadador y cinco boxeadores. Cuatro miembros del equipo congoleño, incluido el director técnico atlético y un entrenado, tampoco volvieron a su país de origen al terminar los Juegos Olímpicos. Varios corredores sudaneses también pidieron asilo en una estación de policía británica.
El hombre que portaba la bandera de Eritrea, el corredor de obstáculos, Weynay Ghebresilasie, junto con otros tres de la delegación de Eritrea, también decidieron desertar, reportó VOA News en 2012. El corredor de obstáculos dijo que las condiciones en casa parecían estar empeorando, según el medio de noticias.
Aka Amuam Josephun miembro de la Federación de Karate de Camerún, dijo a CNN: “En casa no están dando el entrenamiento apropiado. Saben que si están bien entrenados, podrían ganarle a la persona de otro país… Les duele estar aquí y ver cómo les gana gente a la que pueden vencer si estuvieran bien atendidos”.
CNN informó que las instalaciones de boxeo de Camerún sólo ofrecían un ring con suelo de hormigón. Su sala de pesas ofrece “una selección limitada y una alfombra desconchada”, relataron.
“Estoy positivamente convencido de que si el gobierno hiciera más en este campo, tendríamos pocos de estos disturbios”, dijo Joseph a la CNN.
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